La literatura erótica no comienza (ni por mucho) con bodrios taimados como 50 Shades of Gray. Un ranking de literatura erótica que fuera realmente incluyente debería tomar en cuenta los poemas de Catulo, El cantar de los cantares incluido en La Biblia, además de joyas como las que presentamos a continuación:
Las amistades peligrosas, Pierre Choderlos de Laclos
Publicado por primera vez en 1782, Relaciones peligrosas ha tenido una larga historia de tabú y censura. Se trata de la historia de dos ex-amantes y rivales que utilizan la humillación para su beneficio personal. El libro ha sido un referente obligado en la historia de la literatura erótica y su larga tradición de incluir tramas aristócratas, vengativas y personajes altamente seductores que alimentan su codicia con el cuerpo. Tal vez recuerdes la versión cinematográfica con John Malkovich y Michelle Pfeiffer.
Trópico de Cáncer, Henry Miller
Censurado en EU a causa de su carga erótica, el trabajo del novelista Henry Miller ganó notoriedad a través de novelas como Sexus, Trópico de Capricornio y Trópico de Cáncer. Este último es un relato en primera persona sobre la estancia de Miller en París a finales de los años 20s. Su descripción de encuentros sexuales no parece tersa y cursi como en la erotica barata, logrando un libro que excita tanto la mente como el cuerpo.
Delta de Venus, Anaïs Nin
Los cuentos de Delta de Venus dan cuenta de la imaginación sensible y elegante de Nin, narradora francesa que explora a través de sus personajes formas sofisticadas de perversión. Para ella, “las palabras llevan colores y sonidos a la carne”. Se dice que Henry Miller aprendió a coger y a escribir gracias a Nin.
El amante de Lady Chatterley, D.H. Lawrence
Cuando el esposo de Lady Chatterley regresa de la guerra paralizado de la cintura para abajo, la mujer comienza una aventura erótica que rompe las expectativas de género y de clase social, además de las convenciones literarias de la puritana Inglaterra de principios del siglo XX. Lady Chatterley, en cierto sentido, puede verse como una mujer que lleva a cabo las fantasías que Madame Bovary sólo puede leer.
Lost Girls, Alan Moore (dibujos de Melinda Gebbie)
Lost Girls es una novela gráfica –pero sería injusto y mezquino tratarla simplemente como un “cómic”. En esta obra, el genio de Alan Moore (a quien tal vez recuerdes por obras como V for Vendetta y Watchmen) trabaja con su mujer, Melinda Gebbie, para hacer “pornografía que se pueda leer”, bajo la premisa de que el porno no tiene por qué ser cursi o de mal gusto. Las “niñas perdidas” son nada menos que Alicia (la del País de las maravilla), Dorothy (de El mago de Oz) y Wendy (de Peter Pan), que se conocen ya como adultas y se ven involucradas en aventuras sexuales en la reprimida sociedad inglesa de principios del siglo XX.