Revolución 3.0

A diez años del atentado con granadas durante los festejos patrios del 15 de septiembre en Morelia, el exgobernador Leonel Godoy Rangel dice no imaginar al expresidente Felipe Calderón Hinojosa como promotor de los hechos.

También dice Godoy que no ve a la clase política mexicana con la mente criminal como para planear un acto de tal perversidad como el ocurrido en la plaza Melchor Ocampo la noche del 15 de septiembre del 2008.

Entrevistado en su despacho con motivo de la primera década del llamado 15-S, Godoy Rangel habla de uno de los momentos de mayor impacto público durante su mandato.

En una de las paredes se observa la constancia de mayoría que le otorgó el Tribunal Electoral del Estado cuando ganó las elecciones a gobernador en 2007; en otra, la imagen de Lázaro Cárdenas del Río coronando el lugar.

A diez años de distancia Godoy Rangel sostiene que previo a la noche del 15-S no hubo ningún elemento fuera de lo común que diera motivos a las autoridades para establecer medidas especiales.

“Ese día como cada año se instalaba un comando en Palacio de Gobierno donde estaban todas las dependencias del Grupo de Coordinación y ahí se establecía un protocolo de atención a los problemas. Ese día no hubo ninguna atención especial porque nadie dijo que hubiera algo especial; no lo dijo ni el comandante de la Zona Militar –que no dependía de mí-, ni el comandante de la otra Zona Militar con sede en Apatzingán –que tampoco dependía de mí-, o el almirante comandante de la Zona Naval –que tampoco dependía de mí-, nadie vimos algo fuera de lo común.

“Alguien menciona de un oficio del procurador de algo que podía ocurrir el 16 de septiembre, pero seguramente fue de las muchas cosas que siempre llegaban. Yo ni vi nunca nada fuera de lo común, se dio la atención especial de un evento especial como lo era el grito del 15 de septiembre.

“Hubo anónimos de esos que se reciben cientos. Supuestamente el oficio lo firmó el procurador Miguel García Hurtado, yo la verdad no sé, nunca le pregunté, pero hasta donde después me enteré fue un anónimo como muchos que llegan”

-¿De qué tipo eran las alertas que llegaban?

“Nunca hubo algo parecido a lo que ocurrió, que alguien dijera que iban…”

-¿Eran más de índole de movilizaciones sociales o de qué tipo?

“Exactamente, y creo que en ninguna parte jamás ha habido una alerta de un atentado terrorista, cuando menos en las épocas en las que yo trabajé en esas áreas nunca hubo alertas de atentados terroristas, y ese fue un atentado terrorista, fue algo novedoso.

“Es mentira quien diga que había alerta porque eso no sólo hubiera puesto en estado de atención a las fuerzas que están en Michoacán, al general de la Zona Militar, sino a todo el Estado Mexicano. En México no existían atentados terroristas.

En su escritorio, en el que un reloj de arena mantiene inmóvil el fino polvo, con el tiempo detenido, Godoy Rangel refiere que esa noche desde el balcón principal de Palacio de Gobierno no vio nada, “no estaba en mi radio de vista el hecho, además había muchísima gente y las luces hacen que casi no se vea bien hacia abajo. Terminando de dar el grito se escuchó un tronido, pero en esos días hay muchos.

“Me bajé, entrego la bandera y todo eso, y hasta como cinco minutos después empezó a llegar información. En un principio todo mundo creyó que era un cohetón de esos muy grandes que hieren a muchas gentes, después nos empezamos a dar cuenta que no y con mayor razón cuando estalla la segunda granada allá por Quintana Roo, por La Merced”.

-¿Quién le informa a usted que había pasado algo?

“En ese momento todo el mundo, el director de Seguridad Pública, el comandante de la Zona Militar, el del CISEN, el secretario de Gobierno, todo el mundo te empieza a llevar información”.

-¿Y todas eran en el sentido de los juegos pirotécnicos?

“Para ese momento ya no había seguridad de nada, no se sabía si había sido un gran cohetón o un explosivo, nadie aún hablaba de granadas, es más creo que hasta la madrugada se empezó a hablar de granadas.

“Hubo intercambio de información con el presidente de la República desde un principio, cuando supe que habían sido unas explosiones pero sin conocer que se trataba de granadas de fragmentación, sin saber eso, yo de inmediato le comenté al presidente Calderón que para mí era un narcoatentado.

“¿Por qué un narcoatentado?, porque había muchos elementos para pensar que había sido el crimen organizado. Yo soy criminólogo y en México me resulta muy difícil pensar en terroristas como en otras partes del mundo, entonces aquí el único que es capaz –y que después lo ha hecho con vehículos en otras partes del país- ha sido el crimen organizado

“La crueldad con la que se actuó, porque atentar contra población civil indefensa es de una crueldad inaudita, sólo podía ser del crimen organizado, porque en este país nadie actúa con tanta crueldad como el crimen organizado”.

-¿Usted a qué hora le habló a Calderón?

“No, él me llamó, fue como a la media hora, casi de inmediato”.

-¿Cómo fue la llamada?

“Fue un intercambio de saludos y decir que estábamos en una situación muy grave; él también en ese momento creía que había sido algún cohetón. Nosotros tampoco teníamos todavía información adecuada, quedamos de intercambiar información ya que la tuviéramos más o menos real”.

-¿A la distancia qué impresión le genera la llamada con Calderón?, ¿estaba sorprendido?

“No sé, yo supongo que sí, no le vi la cara”.

-Algo debió usted de percibir usted en esa llamada…

“Pues no te sé decir, me da la impresión –no estoy seguro- de que estaba sorprendido y que estaba alarmado, esa es la impresión que yo tengo, porque algunos dicen que si no estaría él siendo de los promotores de ese hecho, que yo considero y sigo pensando que no.

“Sí había diferencias políticas, éramos adversarios políticos pero yo no me imagino al presidente de la República promoviendo eso, entonces creo que su sorpresa y su alarma eran sinceras”

Sobre la atención que se dio a la situación luego que ocurrieron las explosiones, Godoy Rangel considera que fue la normal, “porque la autoridad, fundamentalmente la penal, está preparada para cosas gravísimas; quizá los que no están preparados son los medios de comunicación o determinados sectores”.

-Era evidente el caos…

“Se veía el caos abajo pero ya había una investigación en curso bien estructurada como ocurre, y luego se resguardó el lugar de los hechos. El caos era informativo, no era un caos de autoridad porque ésta desde un principio sabe lo que tiene que hacer aún y cuando falte el gobernador, porque esos aparatos funcionan no con autoridad política sino con una autoridad de procuración de justicia que se encarga de hechos de esa magnitud o más graves.

“La investigación se inició a partir de que empezaron a recoger a los heridos; reaccionó la autoridad como debe de reaccionar, no salió corriendo para distintos puntos de la ciudad alarmada. El Ejército, la policía, los bomberos, los ministerios públicos, todos empezaron a realizar su tarea, su papel, su trabajo. Yo no vi ningún caos de autoridad”.

“Había también caos de la gente que salió corriendo, hay que recordar que ahí se reúnen miles de gentes y no es fácil resguardar un lugar de hechos y menos si en un principio no sabes que es un hecho delictivo; eso sin duda ocurrió, pero no evitó que la autoridad cumpliera su tarea.

“Luego el Ministerio Público Federal nos quitó la investigación y ellos decidieron hacer lo que ya sabemos que ocurrió, detuvieron a tres personas y con los años salieron en libertad porque todo fue mal hecho, con mucha ineptitud, con ganas simplemente protagónicas.

“Yo fui al lugar una vez recogidas todas las evidencias, como hasta el tercer día ahí en el árbol, pero antes sólo bajé, vi y me fui a los hospitales”.

-Cuénteme de su recorrido por los hospitales, ¿la gente le pedía algún tipo de explicación como autoridad?

“Es un recorrido doloroso porque había familias enteras heridas, había mucha angustia, mucho caos de los familiares que no estaban en condiciones de reclamar aunque era todo su derecho, ellos lo que querían era la atención médica. El recorrido fue doloroso pero con toma de decisiones”.

-¿Abandonó la federación el tema de las víctimas en Michoacán?

“Lo que secuestró fue la investigación, sí era su atribución y había obligación de ellos de hacer la investigación por ser un delito federal, pero creo que había necesidad política de estar informando al Gobierno del Estado de todas las investigaciones.

“Por el otro lado había necesidad económica de ayudar, de trabajar junto con el Gobierno del Estado en la atención a las víctimas y en eso fuimos solos, la verdad nunca esperamos a que nos llegara la ayuda y pusimos en juego lo que nosotros teníamos en ese momento”.

-¿Hasta dónde llegó la investigación estatal?

“Al otro día. Sólo recabamos, se hicieron las autopsias a los muertos, se tomaron las declaraciones a los heridos y todo se entregó a la federación, fue de inmediato, porque además así marca el protocolo”.

-Uno sabe que los monstruos mentales existen y abundan en la clase política mexicana, ¿se puede descartar que pudieran concebir hacer una cosa así?

“Pero yo casi lo descartaría, en México la clase política es muy corrupta –no toda- pero yo no la veo perversa, cuando menos no la veo planeando crímenes. Hubo una época en que eso ocurrió, pero en los últimos años no veo una clase política con mente criminal como para privar de la vida a personas, lo que ocurrió ese día fue un acto de perversidad y yo lo atribuyo al crimen organizado”.

Especiales 3.0

Atentado del 15-S, “no me imagino al presidente promoviéndolo”: Leonel Godoy

Por: Patricia Monreal

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