Con una participación que no contó con las expectativas generadas, organizaciones gremiales se manifestaron este primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, con un reclamo común, estabilidad laboral, con énfasis en pagos a tiempo de salarios y prestaciones.
Charros o neocharros, los dirigentes marcharon juntos a la cabeza del contingente que partió de la Plaza Morelos hasta Palacio de Gobierno, donde más que un mitin los dirigentes respectivos saludaban micrófono en mano y desde arriba del templete el paso de sus representados.
“Se les recuerda que la lista se encuentra a un costado de la Catedral, para darle fluidez a la marcha y poner fin a esta actividad sindical”, señalaba un agremiado desde un carro de sonido, que alentaba a sus compañeros del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres, uno de los contingentes más grandes que participaron en la movilización de este primero de mayo.
“Aquí estamos más de cinco mil”, señalaba al frente de una columna un vocero de los sindicalizados del Seguro Social, uno de los gremios que se “estrenó” en las marchas callejeras, igual que los telefonistas, los del Nacional Monte de Piedad y una delegación de la UNAM.
No obstante las cifras sobre los caminantes, cálculos que optaban por la reserva calcularon en cinco mil, “ocho mil cuando mucho”, el número de participantes en total, movilización que duró dos horas promedio.
Y si, varias columnas mostraban sus flaquezas sin pudor alguno, como la del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana, SPUM, donde varios delegados habían anticipado su negativa a participar en desacuerdo con su dirigente, Jorge Luis Ávila Rojas, por no defender el contrato colectivo violentado en varias dependencias.
Los gremios que más alimentaron la movilización fueron los adheridos al Frente Estatal de Sindicatos de Educación Media Superior y Superior, FESEMS, de subsistemas educativos y Tecnológicos descentralizados.
El Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana, SUEUM, mostró el músculo de su dirigente, Eduardo Tena Flores, convocante de la marcha de este día y donde, pese a anunciarse que participaba el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo, STASPE, lo cierto es que su dirigencia ya no participa en el llamado Frente Cívico Social, sino que lo hizo por su cuenta y con sus huestes, como hace ya varios años, antes que arribaran al primer cuadro el conjunto de organizaciones.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, también se mostró con poca fuerza en esta marcha, donde estuvo ausente su dirigente Victor Manuel Zavala, presuntamente por encontrarse fuera de la ciudad. “Anda en la Ciudad de México, en la movilización, no ves que el Senado rechazó los cambios a la reforma educativa”, dice uno de sus asistentes.
Unidad, al menos mientras marchaban, si mostraron los gremios, todos uniformados por sus playeras y camisas ostentando las siglas de sus sindicatos, unidad que soportaban mientras llegaban al primer cuadro de esta capital, donde luego de pasar lista se dispersaban, sin mucha atención a los representantes de los gremios que desde el templete ponderaban un Frente Amplio en Defensa del Salario y la Estabilidad Laboral, mismo que surge y desaparece de acuerdo a las circunstancias.