Paleontólogos australianos descubierón el loro más gigante del mundo, con una altura de hasta un metro y un pico enorme capaz de romper la mayoría de fuentes de alimento, por lo que ha sido llamado ‘Heracles inexpectatus’ “hercules”, para reflejar su tamaño y fuerza hercúlea como el mito, así como la naturaleza inesperada del descubrimiento.
Los científicos se basaron en el estudio de los huesos de una pata, encontrados en 2008. En ese entonces, nadie sabía mucho qué significaba ese hallazgo, que quedó 11 años en una estantería hasta que se interesaron en investigarlos este año.
“La idea de que se tratara de un loro gigante no se nos había ocurrido. Pensábamos que era una especie de águila hasta que lo examinamos de nuevo”, detalló Scofield.
Los restos del loro gigante fueron descubiertos fosilizados cerca de Saint Bathans en el centro de la Isla Sur de Nueva Zalanda, una zona de excavaciones rica en fósiles del Mioceno, una era que remonta a entre 5 y 23 millones de años. Nueva Zelanda es conocida por sus aves no voladoras de grandes dimensiones.
“Hasta ahora, nadie había descubierto el rastro de un loro gigante desaparecido, en ningún lado”, señaló Trevor Worthy, profesor asociado de la Universidad Flinders, en Australia.
Hemos buscado en estos depósitos fósiles desde hace 20 años y cada año nos revela nuevos pájaros u otros animales. Sin duda hay más especies inesperadas por descubrir”, añadió.
El año pasado, científicos descubrieron los restos fosilizados de un murciélago que vivía hace entre 16 y 19 millones de años. Este tenía tres veces el tamaño de un murciélago contemporáneo, pesaba 40 gramos, volaba, pero también caminaba a cuatro patas, impactante.