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Los agricultores brasileños solicitan a Monsanto y otros productores de semillas de maíz resistentes a las plagas el reembolso de su dinero gastado en plaguicidas adicionales, porque sus semillas no funcionaron y solo dañaron el cultivo, aseguran.
Las semillas de maíz Bt son modificadas genéticamente para producir un insecticida que matará el gusano de la hoja de maíz. Después de que el insecto se come el maíz, la toxina que entra en el cuerpo del insecto paraliza su sistema digestivo. Como resultado el insecto deja de comer en un período y así muere de hambre, de acuerdo con los desarrolladores de la tecnología. Tales semillas transgénicas son producidas por los cuatro principales fabricantes: Dow Agrosciences, DuPont, Monsanto y Syngenta AG.
Sin embargo, los agricultores brasileños advierten que las semillas no cumplieron lo prometido. “Las orugas deberían morir si comen el maíz, pero puesto que esto no sucedió este año los productores tuvieron que gastar un promedio de 120 reales (54 dólares) por hectárea y esto en un momento en el que los precios del maíz son terribles”, según dijo en un comunicado Ricardo Tomczyk, presidente del ‘lobby’ agrícola Aprosoja en el estado de Mato Grosso.
Los agricultores señalan que tuvieron que rociar hasta tres veces con pesticidas adicionales después de que la tecnología prometida no funcionara. Así, los campesinos que están representados por la Asociación de Productores de Maíz y Soja de la región de Mato Grosso (Aprosoja-MT) han iniciado una batalla contra los gigantes agrícolas.
Pero Monsanto y otras compañías de semillas, a su vez, están culpando a los agricultores, diciendo que les advirtieron que plantaran las semillas transgénicas junto con semillas convencionales para evitar errores de mutación y desarrollar resistencia a la proteína tóxica Bacillus thuringiensis (Bt) que hace más eficaz el pesticida.
Fuente: RT Actualidad