A pesar de todas las versiones contrarias, Jesús Murillo Karam, titular de la Procuraduría General de la República (PGR) insistió en que amarrar y prender fuego a las víctimas es una práctica criminal común en Los Zetas, incluso aseguró que desde su orígenes este cártel ha destacado por dicho modos de operar, donde la violencia extrema es esencial.
“Si nos vamos a los orígenes de este grupo es cuando hay un conflicto entre Zetas y otros cárteles, que Los Zetas se unen con los Beltrán y de ahí viene el modus operandi, es muy de ellos”, manifestó en una entrevista radiofónica, respecto al sitio donde supuestamente hallaron los restos del normalista Alexander Mora Venancio.
Sin embargo, recientemente el rotativo británico Daily Telegraph publicó la semana pasada una nota donde da cuenta de la presencia de grupos criminales como Los Caballeros Templarios, Los Beltrán Leyva, Los Rojos y Guerreros Unidos en la zona de Iguala, pero no de los Zetas.
Asimismo, en el Registro Nacional de Personas Extraviadas de la Procuraduría, consultado por el diario europeo no se aprecia que como indica Murillo Karam, en el municipio guerrerense haya presencia de los Zetas.
Mapa elaborado por el Daily Telegraph
Incluso, un reporte de diciembre de 2013 publicado por la agencia estadunidense Associated Press (AP) muestra como Los Zetas han sido el cártel más disminuido en el tiempo que lleva Peña Nieto en el poder, con 23 aprehensiones, cuatro bajas y notables capturas como la de Miguel Ángel Treviño Morales, “Z-40”, en ese entonces el jefe más visible del grupo.
Otros informes de seguridad indican que las prácticas brutales de los Zetas fueron copiadas por diversas pandillas en Estados Unidos, además de que también suministraban armas a miembros de la Mara Salvatrucha y otros grupos criminales en Honduras.
