Tancitaro y Peribán: “no hay casa o huerta donde no se escuche la radio”

Michoacán.- En la región aguacatera de Michoacán, la radio comunitaria mantiene informados a jornaleros, campesinos, comerciantes y amas de casa de las rancherías que encuentran en esas estaciones, su único medio para enterarse de lo que ocurre más allá de sus pequeños pueblos, sin embargo, fueron echadas a andar sin recursos gubernamentales y gracias al apoyo de la sociedad organizada y los migrantes.

J. Rosario Caballero Arroyo, es fundador de la estación Voces del Campo de Peribán, conformada en el año 2015, pero concesionada hasta el 2022. El proyecto, cuenta, lo inició junto a otros siete colegas, quienes paulatinamente abandonaron el propósito, y “prácticamente me quedé con las riendas de la radio y de los gastos y de todo yo solito”.

Sin apoyos económicos gubernamentales, J. Rosario tuvo que tocar puertas para abrir la estación radiofónica. Una de esas, fue la de los empresarios aguacateros, quienes aportaron 100 mil pesos para la compra de un transmisor, micrófonos, audífonos y para pagos de renta, agua, luz eléctrica y servicio de internet, pero el recurso, “no nos duró mucho”, y el locutor recurrió al apoyo de los pobladores.

“Empecé a hacer rifas y eventos para recabar fondos, hice primeramente una colecta también por el pueblo”; los migrantes radicados en Estados Unidos, también se unieron a la causa, pues “los hijos ausentes de Peribán hacían actividades allá y me mandaban a veces 100, 200, 300 dólares y con eso le dimos un poco de mantenimiento a la radio. Después nos quedamos desprotegidos y ahorita no tenemos ningún apoyo de ningún tipo”, lamenta el comunicador.

La frecuencia Voces del Campo de Peribán, no recibe parte del 1 por ciento que el gobierno federal destina a las radios comunitarias del país, pues para acceder a tal recurso, necesita un transmisor de mayor potencia que por limitaciones económicas, su fundador no ha podido adquirir.

Pese a las carencias, J. Rosario se aferra a mantener los micrófonos encendidos, pues asegura que la radio no solo es un canal para comunicar y reflexionar, pues también ha sido testigo de sus alcances, como en el 2018, cuando tras una intensa tromba que acabó con la vida de ocho personas y dejó cientos de viviendas dañadas, a través de la frecuencia 90.1 FM los habitantes y otras radios comunitarias de la región se organizaron para reunir víveres y ropa y llevarlo a las familias afectadas.

La situación que atraviesa la radio de Peribán, no es muy diferente a la que experimentó en sus inicios la Radio Cultural Tancítaro, fundada en el año 2014 por Mario Pulido Villanueva, quien, junto a otros ciudadanos preocupados por la inseguridad en su municipio, consiguieron una pequeña mesa, dos micrófonos, una consola y un transmisor para alertar a la población sobre los sucesos que ocurrían en la zona.

“Aquí hay comunidades muy alejadas de la cabecera municipal que no tienen incluso acceso vía carreteras, son caminos de brecha entonces no había forma de comunicarse; eran las más atacadas en cuestión de seguridad entonces gente de estas comunidades se acercó a la autoridad, a la Iglesia, a la sociedad civil en su conjunto y ahí surgió la idea de la radio”, cuenta Mario Pulido.

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