La sequía del lago de Pátzcuaro agudizó los conflictos comunales por la tierra en las poblaciones aledañas a la cuenca.
Las “nuevas tierras” que dejó el retroceso del lago ya fueron invadidas o están en proceso de, en el municipio de Erongarícuaro.
Integrantes del Consejo Comunal de Jarácuaro, advirtieron que en los últimos meses se ha notado la instalación de postes y alambradas en las zonas en las que solía ser lago.
En total, son cientos de hectáreas las que quedaron descubiertas de agua y que ahora se enfrentan a los intentos de invasión de casi una decena de poblaciones de Eringarícuaro.
Armando Bartolo de Jesús, vocero y administrador del consejo de Jarácuaro reconoció la tensión entre comuneros de Jarácuaro, San Pedro, San Bartolo Pareo, Arócutin y Uricho.
De manera histórica, dichas poblaciones ya tenían conflictos por la definición de límites territoriales y recursos naturales, por lo que ahora se enfrentan a la tensión por evitar “que el vecino invada el lago”.
“Sí hay intentos. Hay gente de las comunidades aledañas que sí han querido invadir y han puesto cercados de postería… ahí en Jarácuaro y vecinos de Erongarícuaro para obntener más tierra. Ya hemos tenido conflictos con las comundiades por esas porciones de terreno”, manifestó.
Pavel Ulianov Guzmán, vocero del Consejo Supremo Indígena de Michoacán anunció que se han convocado a sesionar a los consejos de las comunidades para evitar más daño ambiental.
La propuesta sobre la mesa es crear la figura de Guardianes del Lago, autoridad comunal que vigilará que pare la invasión y la extracción ilegal de agua.
“Estamos listos para refortestar socialmente el lago de Pátzcuaro y tenemos la capacidad para reforestar hasta un millón de plantulas de pino. Estamos proponiendo la creación de las figuras de Guardián del Lago a través de los consejos comunales”, señaló.
Información del Doctor Arturo Chacón, investigador del Instituto de Investigaciones de los Recursos Naturales (INIRENA), la situación en Pátzcuaro es desalentadora.
En los últimos 30 años, el espejo de agua habría perdido más del 50% de extensión territorial.
La superficie del lago fue calculada en 132 kilómetros cuadrados en el año de 1986; Para el 2020, la última medición de el Inirena reveló menos de 70 kilómetros cuadrados.
A partir del 2023 con la sequía extrema que se agudizó en Michoacán, se estima que la superficie del lago difícilmente rebasa los 60 kilómetros cuadrados.
