Sexualidad180 / Foto: Getty images
Son numerosos los obstáculos que hacen que muchas mujeres se vean privadas de disfrutar del sexo libremente con su pareja, debido a cuestiones de género o simplemente por tabú.
A la hora de intimar muchas mujeres deben enfrentar miedos, complejos y vergüenzas que le impiden dejarse llevar con libertad bajo las sábanas. Muchos de estos obstáculos provienen de su propia imagen corporal, que por lo general está enfocada en las imperfecciones de su cuerpo, provocando un duro golpe en su autoestima.
Entre los complejos sexuales más comunes encontramos la celulitis y las estrías: mujeres de todas las edades luchan diariamente por esconder estas realidades corporales que no deberían ser un factor de peso a la hora de disfrutar de su vida sexual.
De la mano de la celulitis viene la panza o el sobrepeso: más de una mujer percibe sus kilitos de más como un elemento negativo a la hora de compartir un encuentro sexual. Estos complejos se basan principalmente en una dificultad para aceptar el propio cuerpo y permitirse disfrutar de todas las sensaciones que regala el sexo.
Los glúteos y senos son dos partes del cuerpo que siempre llaman la atención: culturalmente estamos bombardeados por imágenes de mujeres perfectas en la televisión, el cine y las revistas, que marcan estándares de belleza imposibles de lograr, haciendo que más de una mujer sienta complejo por su cuerpo.
Más allá de los complejos, también existen los trastornos, entre los que se destaca la frigidez, un problema que impide que la mujer alcance un orgasmo. También llamado anorgasmia, este trastorno tiene por lo general raíces psicológicas, por lo que es muy importante recurrir a terapia para lograr un tratamiento efectivo.
Otro problema, tal vez un poco menos frecuente, es el vaginismo, nombre que recibe una mujer que tiene una impenetrabilidad vaginal que le impide consumar el acto sexual.
Un tercer trastorno común es la dispareunia, que es el acto sexual doloroso, muchas veces confundido con el vaginismo: mientras la dispareunia permite el acto sexual y el orgasmo, aunque muy dolorosos, el vaginismo lo hace impracticable.
Muchas mujeres se dejan influir por estándares de belleza poco reales, como los de las modelos, actrices y famosas. Esas mujeres “perfectas” tienen horas de producción y postproducción, además de entrenamiento y una buena inversión inicial en cirugías.
Lo importante es que tú sepas destacar tus puntos fuertes, sacar máximo provecho de ellos y aceptarte tal cual eres, o trabajar en mejorar tu propia percepción, ya que todas las mujeres tienen el mismo potencial de sentir y hacer sentir placer