“Nos desaparecen dos veces”: 97% de madres buscadoras en México sufre violencia, revela Amnistía Internacional

Buscar a sus hijos les ha costado la salud, el hogar e incluso la vida. En México, el 97% de las mujeres que integran colectivos de búsqueda ha sido víctima de violencia directa, incluyendo amenazas, extorsión, desplazamiento forzado, tortura, violencia sexual y asesinatos, denunció Amnistía Internacional (AI) en su más reciente informe Desaparecer otra vez.

Lejos de recibir apoyo institucional, las madres buscadoras enfrentan un entorno hostil. Algunas han sido asesinadas por realizar su labor, otras han perdido todo intentando sostener una lucha que debería asumir el Estado. “Mientras en otros países los gobiernos buscan a los desaparecidos, en México son las mujeres quienes excavan fosas con sus propias manos”, denunció Edith Olivares Ferreto, directora de AI en México.

El informe, basado en 600 testimonios de mujeres de 30 estados y de países como El Salvador, Honduras y Guatemala, retrata un patrón sistemático de abandono y revictimización. Una de cada dos buscadoras ha sido discriminada por género, clase social o pertenencia étnica. Muchas han sido estigmatizadas por autoridades y comunidades. “No es lo mismo un rico que un pobre”, declaró una madre en Colima, quien asegura que la Fiscalía priorizó un caso con recursos mientras a ella le niegan hasta las citas.

El abandono institucional es brutal: solo el 17% de las madres ha denunciado la violencia que sufre. La mayoría desconfía de las autoridades o teme represalias, muchas veces por la percepción de que el crimen organizado ya ha infiltrado las estructuras del Estado.

Además del riesgo físico, la búsqueda deja huellas profundas: 70% de las mujeres reportó afectaciones severas en su salud mental y física, 60% en sus relaciones familiares, y la misma proporción ha enfrentado crisis económicas extremas. “Me quedé sin luz, sin agua y sin comer, pero no podía dejar de buscar a mi hijo”, relata Verónica Durán, buscadora de Guanajuato.

Amnistía Internacional hizo un llamado urgente al gobierno mexicano para reconocer el trabajo de las buscadoras como labor de defensa de derechos humanos, implementar mecanismos de protección con enfoque de género y garantizar sus derechos sociales, económicos y culturales. Exige también eliminar obstáculos para las familias migrantes que buscan justicia desde el extranjero.

Hoy, en México, las madres no solo buscan a sus desaparecidos: también luchan por sobrevivir, por ser reconocidas y por no ser desaparecidas ellas también.