César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Michoacán es uno de los 15 estados del país donde se han detectado focos rojos de cara en el proceso electoral, por lo que los comicios serán protegidos por el Ejército Mexicano, la Marina y la Policía Federal.
Lo anterior contradice al gobernador de Michoacán, Salvador Jara Guerrero, quien siempre había sostenido que en el estado sólo había focos amarillos.
Mientras que la Federación reconoce que en Michoacán hay al menos 15 municipios donde es necesario estar alerta y se requiere de la presencia de fuerzas armadas.
Así quedó expuesto al darse a conocer la instalación de un Centro de Mando de las distintas dependencias judiciales, donde participan las fuerzas federales y las fuerzas estatales; será el Centro de Comando, Control y Confianza (C-4) la sede para esta coordinación, desde donde se prepararán las reacciones militares en caso de ser necesario.
Este trabajo de coordinación es en respuesta a las exposiciones y exigencias que ha planteado el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), que tiene un listado de diversos municipios donde han detectado que no hay condiciones de seguridad para garantizar que la ciudadanía salga a votar con plena confianza.
En este listado se encuentran los municipios de Aquila, Coalcomán, Chinicuila, Coahuayana, Aguililla, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Tancítaro, Peribán, Los Reyes, Parácho, Churumuco, La Huacana, Mújica, Tepalcatepec, Parácuaro y Apatzingán.
Se suman además las cabeceras municipales de Huetamo, Pátzcuaro, Chilchota, Jiquilpan, Sahuayo, Vista Hermosa, Tanhuato y Yurécuaro, entre otros donde se han registraron hechos violentos, como el asesinato de uno de los candidatos a presidente municipal.
En la frontera con Jalisco está latente además una amenaza del Cártel Nueva Generación, que ya lanzó una amenaza previa y que advirtió que en la jornada comicial se podrían vengar del asesinato de 42 supuestos integrantes de su grupo criminal.
Cabe destacar además que desde hace una semana la región Costa se encuentra levantada en armas, después del intento de asesinato del líder de la Policía Comunitaria de Ostula, Semeí Verdía, quien desde su atentado levantó barricadas y amaga con mantener una confrontación permanente contra integrantes de Los Caballeros Templarios que se refugian en rancherías de la región.