En la presentación del Reporte sobre delitos de alto impacto, concerniente a enero del 2014, Francisco Javier Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), aseguró que sólo de diciembre del 2013 a enero del 2014, aumentaron en un 5.60 por ciento las denuncias de secuestro, 10.36 por ciento las de extorsión, 0.94 las de robo con violencia, 1.81 las de robo de vehículo, 3.60 las de robo a casa habitación y, por último, 1.22 las de robo a negocio.
No obstante, dentro de estos indicadores, también aseguró que la corrupción siempre será el factor base para que exista una descomposición de cualquier entidad o institución, y que los ciudadanos no denuncian sobre los delitos que son víctimas, pues tienen miedo de que la institución sea corrupta.
Dijo que al principio de la administración de Enrique Peña Nieto, no se escuchó hablar de temas de seguridad, e inclusive, se dejaron a un lado y cuando se retomaron hace poco, se hizo de forma muy lenta. De hecho, fue hasta hace poco cuando la federación reconoció con mucha contundencia que hay un problema muy grave en el tema del secuestro y la extorsión.
Esto, ha dejado entrever que, el nombramiento de Renato Sales Heredia, como comisionado de la Procuraduría General de la República, para la solución y seguimiento del delito de secuestro a nivel federal; así como las recientes declaraciones del mismo secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, confirman la tendencia.
Asimismo, Rivas mencionó que en el tema de robo con violencia, el gobierno de la República, junto a las instancias que lo integran, no ha asumido este tema como propio y, en consecuencia, es principalmente dentro de las entidades donde se observa su impacto, pues éstas no lo están atacando.
“Las entidades no hacen su trabajo porque de alguna manera están coludidos o porque tienen algún beneficio directo del aumento de la criminalidad y del factor de inseguridad.
“Entonces, sí tenemos un gravísimo problema que debemos resolver, sabemos que en muchísimos casos, en algunas entidades, la policía todavía no es confiable y esa es una de las partes que urge resolver, porque no puede ser que quien esté encargado de procurar seguridad y justicia sean las personas que estén del lado de las personas que nos lastiman”, comentó.
Por último, mencionó que la detención de Joaquín El Chapo Guzmán, la muerte de Nazario Moreno El Chayo, la estrategia de seguridad en Michoacán y la detención de otros capos como Dionisio Loya Plancarte no garantizan nada, “pues los grandes pendientes en seguridad siguen y las personas en este país aún vivimos extorsiones, secuestros, robos con violencia y con ellos, la imposibilidad de transitar libremente o progresar sin estar bajo el yugo de la corrupción”, finalizó.