El gobierno de Alemania decidió cerrar sus fronteras a los miles de desplazados por la guerra que vive Siria, suspendiendo el acuerdo de libre circulación en Europa y enviando así un mensaje de poca solidaridad hacia los refugiados que huyen de una guerra que nunca han deseado.
“El objetivo de esta medida es contener la llegada actual de refugiados que vienen a Alemania. También es absolutamente necesaria por razones de seguridad”, informó el ministro del interior alemán, Thomas de Maiziere, quien agregó que los refugiados deben entender “que no pueden elegir los Estados en los que buscan protección”.
Asimismo, la compañía ferroviaria Deutche Bahn, decidió suspender el tráfico de sus transportaciones procedentes y con destino a Austria, hasta el próximo lunes pasadas las 5:00 horas.
Por su parte, la Comisión Europea mencionó que la decisión de Alemania demuestra la urgencia de buscar una solución a los desplazados por la guerra, por lo que los ministros del Interior y Justicia europeos sostendrán una reunión el próximo lunes, para atender la emergencia.
Se espera que este año 800 mil personas soliciten asilo a Alemania, razón por la cual el gobierno de ese país ha pedido que todos los países europeos se repartan a los refugiados equitativamente.
“La carga del gran número de refugiados tiene que repartirse de manera solidaria en Europa”, pidió Maiziere.
Al país europeo se sumó también el gobierno de Hungría, quien a través del ministro Víctor Orban, dijo: “Comprendemos perfectamente la decisión de Alemania y le expresamos toda nuestra solidaridad”.
Mientras los países europeos discuten cómo abordar ésta problemática, miles de desplazados siguen buscando llegar a Europa con resultados catastróficos.
Este domingo, al menos 34 migrantes fallecieron en una embarcación con rumbo a Grecia, luego de que la misma naufragara en el sur del mar Egeo. Entre las víctimas, se reporta la muerte de 15 bebés y niños.
