Desde hace más de 15 días, familias enteras de las comunidades de Ordeñitas, Maravatío y Tepehuaje, en el municipio de Parácuaro han salido de sus hogares para ponerse a salvo ante los constantes enfrentamientos armados entre grupos delincuenciales que luchan por el control de ese territorio.
Mientras los grupos antagónicos mantienen presencia en dichas comunidades, los pobladores se refugian con familiares y amigos de otras localidades, principalmente en la cabecera municipal.
Aunque las agresiones no son directamente en contra de los habitantes, estos han abandonado las comunidades -que ahora lucen como ‘pueblos fantasmas’- para evitar ser alcanzados por las balas, pues la mayoría de las familias son de escasos recursos y sus viviendas están construidas con madera y lámina.
Los pobladores temen regresar a sus hogares y sus labores cotidianas, pues aún no hay presencia policial ni garantías de seguridad.
