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Antítesis sobre la visita del Papa a México

Pável Uliánov Guzmán / @PavelUlianov

I. La religión históricamente es una herramienta de dominación y conservación del poder, en tanto se proclame que la fuente para solucionar los problemas sociales mantiene un carácter divino, dejando de buscar la solución de los problemas en el ámbito material, como la explotación, la desigualdad social y la lucha de clases “la religión es el opio del pueblo” Karl Marx.

II. La visita del Papa Francisco a México no solucionará las condiciones de pobreza en que viven más de 53.3 millones de mexicanos (Coneval 2014), ni corregirá la corrupción sistemática que coloca a México como el país más corrupto de los 34 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Índice de percepción de corrupción 2015), ni aliviará la crisis humanitaria y de derechos humanos que existe en nuestro país, por casos paradigmáticos como la desaparición de más de 27 mil personas (Registro Nacional de Personas Desaparecidas), los más de 281 mil desplazados a consecuencia de la violencia en el país, los feminicidios de más de 1900 mujeres en los últimos años, ni la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas, ni si quiera se reunirá con las víctimas de sacerdotes pederastas del país, entre muchos otros ejemplos (5 datos estremecedores sobre México que el papa Francisco debe conocer /Amnistía Internacional).

III. El Gobierno Federal y los Gobiernos de los estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua, así como el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, violan y desaparecen el Estado laico, mismo que establece que la iglesia y el gobierno mexicano deben de permanecer separados, es decir, en plena independencia de cualquier organización o confesión religiosa. Así mismo, violan sistemáticamente el derecho constitucional de libertad de tránsito (Artículos 11, 40 y 130 de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos).

IV. La visita del papa Francisco a México costará, según las cifras preliminares y oficiales, más de 200 millones de pesos gastados entre el gobierno federal, los gobiernos estatales y la iglesia católica, en una visita de solo seis días, la gran mayoría proveniente del erario público (Conferencia del Episcopado Mexicano). Sin embargo, existe opacidad y falta de trasparencia en los capitales destinados, pues tan sólo en Michoacán, se invirtieron más de 300 millones para su visita (Estado Laico, en pausa; la estancia con cargo al erario público / La Jornada 13-feb-2016).

V. La clase política de México demuestra su total oportunismo y miopía política al tratar de legitimarse, sacar raja política y aumentar sus bajos índices de aceptación, más que buscar la formulación de análisis honestos, autocríticos y profundos de la realidad nacional (Oportunismo político / Proceso Edición Especial 52).

VI. En el devenir histórico, la iglesia católica fue aliada y cómplice de los españoles durante la Conquista de México y el genocidio de más de 95% de la población originaria del continente, en este marco, la biblia fue el arma ideológica para su sometimiento, ante ello, 30 comunidades originarias de Michoacán exigieron reconozca su papel histórico con una disculpa pública (Declaración la religión católica debe de pedir disculpas a los pueblos originarios / Consejo Supremo Indígena de Michoacán feb/2016). Por otro lado, las comunidades originarias del estado de México manifiestan que el despojo y la violencia hacia las comunidades indígenas es tolerado y auspiciado por los tres niveles de gobierno, representando la continuación de la desaparición de su cultura, idioma, cosmovisión e historia (Consejo Supremo Indígena de Xochistlahuaca / El México que no mostrarán).

VII. En encuestas recientes, al 48 por ciento de los mexicanos le importa poco o nada la visita del Papa Francisco a México, considerando que su estancia no beneficiará al país, (Periódico Reforma 12-ene-2016).

VIII. En la teoría de la historia, más que las instituciones, personajes, trasnacionales o ideas, es el pueblo organizado quien hace la historia, no son los gobernantes, jerarcas católicos, grandes empresarios o los ideólogos quienes generan la historia, es el pueblo organizado que en lucha dialéctica puede cambiar sus condiciones económicas, políticas y sociales.

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16 febrero, 2016
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