Revoluciones


Apuntes sobre la situación en Venezuela (Primera Parte)

Ángel Linares

(16 de febrero, 2014) El autor es estudiante de Cine del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM. Miembro fundador de Estudiantes Socialistas por la Paz en el Estado Táchira, Venezuela.

El martirologio y los medios de comunicación

Estudiantes muertos y reprimidos en fotos que circulan por las redes sociales en todo el mundo, una reedición a todo color y viralizada del intento del golpe de estado en abril de 2002 contra el Comandante Hugo Chávez.

A veces, parece que la memoria histórica de nuestros pueblos olvida detalles relevantes o más bien es pisoteada por el aparato mediático internacional que hoy dedica cientos de minutos en pantalla o primeras planas.

¿Acaso no es sospechoso que aquellos medios de comunicación que ocultaron el asesinato de 11 hermanos revolucionarios tras el llamado que hizo Capriles a “descargar la arrechera” el 15 de abril de este año, hoy sean los mismos medios de comunicación que mendigan sangre derramada en las actuales protestas en Venezuela?

¿Acaso no es sospechoso que los “estudiantes” venezolanos und Kampf (y su lucha) tengan transmisión en vivo cuando la lucha de los estudiantes mexicanos o chilenos ha sido totalmente acallada? ¿Por qué hay “luchas estudiantiles” más importantes (o digna de cobertura) que otras para CNN, The New York Times o El País? ¿Por qué esos medios callan las masacres que la derecha ha perpetrado contra el pueblo bolivariano, hondurense, mexicano? ¿Por qué fabricar imágenes si tal es la situación represiva en en Venezuela?

¿Acaso no hay suficientes para probar los supuestos abusos de las fuerzas del Estado Venezolano? ¿Hay muertos que se deben llorar y martirizar y otros no? Creo que en estos momentos develan más la preguntas que las respuestas prefabricadas de cualquiera de los sectores. ¿Olvidamos que buena parte de los muertos del 11 de abril de 2002 fueron provocadas a quemarropa al interior de la marcha de la derecha para generar el caos?

La cobertura mediática que construye mártires para la derecha venezolana busca el linchamiento internacional contra Venezuela, al interior del país, la fresquísima carne de cañón que líderes maquiavélicos como Leopoldo López o María Corina Machado ponen sobre el ruedo de un prefacio de guerra civil son los mártires perfectos.

Ni “movimiento”, ni “estudiantil”, ni “venezolano”… del “pseudoheroismo” a ridículas bravuconadas

Hay algunas cosas que aclarar sobre todo a los compañeros mexicanos que pudiesen establecer alguna analogía con los movimientos estudiantiles en este país.

El origen de las protestas estudiantiles contemporáneas en Venezuela, que derivaría en el “movimiento estudiantil” de los manitas blancas (como se les conoce) se remontan al cese de concesión de RCTV. En esa ocasión dicho ”movimiento” emprendió estrategias violentas similares a las que reproducen actualmente. De igual forma en esa ocasión mi familia y yo fuimos víctimas de la bestialidad de dichos grupos “estudiantiles”. Víctimas del odio convertido en violencia verbal y física, que provenía esencialmente de alumnos que estudiaban conmigo en la secundaria.

La razón para esa violencia: Apoyar a la Revolución Bolivariana. Su causa para protestar: La defensa de un canal de televisión privado.

Así es, mientras en México se ha luchado por la democratización de los medios de comunicación, allá se luchó por mantener un régimen de propiedad privada y elitista en los medios. El “movimiento” se apagó en algunas pocas semanas y sus líderes terminaron siendo diputados de los partidos tradicionales de derecha.

Ahora, ¿por qué no es movimiento? Los sectores de la derecha al interior del estudiantado no han conformado una mínima organización política, no han realizado ningún tipo de trabajo de base, no han trabajado en aras de construir un proyecto político.

Los pocos estudiantes de derecha que mantienen trabajo político en Venezuela lo hacen a través de los partidos de derecha. No es movimiento en la medida en la que no han trabajado la creación de un agenda política y organizativa constante a lo largo de estos 14 años. Su activación periódica es eminentemente pragmática y coyuntural, siempre detonada por alguno de los mediocres liderazgos en la derecha venezolana. Esta postura tan pragmática y coyuntural, deriva en la extendida creencia de que con la salida de un gobierno y la llegada de otro se arreglan los problemas como por arte de magia.

No son movimiento porque no han tenido la intención más mínima de concientizar a vastos sectores de la población sobre problemáticas reales en Venezuela, su interés jamás ha sido buscar empatía con la sociedad. Parece un montón de carne de cañón que sólo se ha prestado a intereses y “problemáticas” de moda, que son la perfecta excusa de la cúpula política de la derecha venezolana, para alcanzar el objetivo máximo: el control político del país. El “movimiento” sólo se ha aventurado en un intento por cumplir caprichosamente su más grande deseo: La caída de la Revolución Bolivariana.

¿Por qué no es estudiantil? Efectivamente el “movimiento” está conformado en su mayoría por estudiantes de universidades públicas y privadas de Venezuela, que han logrado limar asperezas con el objetivo de desestabilizar. Sin embargo, a los “estudiantes venezolanos” les da igual si marchan con las figuras más despreciables de la política venezolana, como Antonio Ledezma, que en sus años de juventud aupó y aplaudió la ocupación de la Universidad Central de Venezuela y el asesinato de varios estudiantes de izquierda al interior del recinto a manos de la policía de Caracas y la Guardia Nacional.

De igual forma, en el entendido de que son estudiantes, se podría esperar que al interior de las universidades surgieran propuestas y proyectos para aportar en la construcción de un mejor país. Dichas propuestas nunca han surgido a lo largo de los 14 años de Revolución.

Sus manifestaciones carecen de contenido, de ideología, de propuestas. Son sólo un montón de consignas vacías que se vomitan diariamente por los medios de comunicación de la derecha. No ha existido al interior de las universidades, ni por parte de las autoridades ni del estudiantado una reflexión seria y profunda sobre los problemas que aquejan al país. Mucho menos ha habido propuestas para solucionarlas.

El Gobierno en reiteradas ocasiones ha abierto canales de diálogo con los sectores de oposición, existiendo una real intención de escuchar a la oposición. No hay mucho que decir, esos sectores jamás han ocupado esos espacios porque sencillamente no han tenido una sola idea que proponer.

En pocas palabras, marchan porque se resuelva la inseguridad o aspectos económicos, pero dicho reclamo jamás ha venido acompañado de un proyecto o una propuesta concreta que asome posibilidades para resolver. De aquí la incongruencia y el absurdo de sus demandas, en una analogía extraña sería como ir a agarrar a piedras una Iglesia e intentar destruirla porque Dios y la Virgen María no han podido bajar los índices de pobreza de un país, sin que ellos hayan generado una propuesta alterna a los designios divinos.

Es importante resaltar que jamás al interior del estudiantado de la derecha se han complejizado y debatido las problemáticas del país en espacios democráticos, plurales e incluyentes sin el tinte de sus partidos políticos.

Foto: Xinhua

16 febrero, 2014
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