Un atropello masivo ocurrido en el centro de Múnich, Alemania, ha dejado al menos 28 personas heridas, varias de ellas en estado grave. El incidente, que está siendo investigado como un posible atentado, ocurrió a menos de dos semanas de las elecciones nacionales previstas para el 23 de febrero, en un contexto de creciente debate político sobre la inmigración en el país.
El ataque tuvo lugar poco antes de las 11 de la mañana (10:00 GMT) cuando un vehículo embistió a una manifestación organizada por el sindicato Ver.di. La marcha, que contaba con la participación de aproximadamente 1,500 personas, se llevaba a cabo en el centro de la capital del estado de Baviera, cuando el coche se acercó por la parte trasera de la manifestación, eludiendo los vehículos policiales, y atropelló a los asistentes. Según las autoridades, los agentes efectuaron disparos para detener al conductor, quien fue arrestado en el lugar.
El primer ministro bávaro, Markus Söder, quien acudió al lugar del suceso, declaró que, basándose en el modus operandi del ataque, las autoridades suponen que se trata de un atentado. La investigación ha sido asumida por la Central para la Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo de la Fiscalía de Múnich.
Según el semanario ‘Der Spiegel’, el sospechoso, un afgano de 24 años, habría publicado contenido islamista en sus redes sociales poco antes de cometer el ataque. Sin embargo, las autoridades no han confirmado esta información ni ofrecido detalles sobre las posibles motivaciones del incidente. Se sabe que el detenido, nacido en Kabul en 2001, llegó a Alemania a los 15 años, su solicitud de asilo fue rechazada, pero debido a la situación humanitaria en Afganistán, mantenía el estatus de “tolerado”, lo que significa que no posee un permiso de residencia formal, pero no será deportado por el momento. Además, el detenido tenía antecedentes por tráfico de drogas y hurtos.