En estos tiempos los audífonos inalámbricos que funcionan a través del Bluetooth han inundado las tiendas de electrónicos. Es muy común ver a gente en la calle o en el transporte público utilizando estos dispositivos sin cables, pero ¿qué tan seguros pueden ser para la salud?.
En el año 2011, miembros de la Agencia de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, emitieron una alerta sobre los riesgos que podrían traer a la salud los dispositivos inalámbricos, no sólo los audífonos.
En ese entonces clasificaron los campos magnéticos que emiten esos dispositivos como posiblemente cancerígenos para los humanos, “basados en el riesgo exponencial de glioma, un cáncer cerebral del tipo uno, asociados con el uso de teléfonos inalámbricos”, se lee en el reporte.
En los últimos días, un artículo publicado en Medium y titulado Are AirPods and other Bluetooth devices safe? (¿Los Airpods y dispositivos bluetooth son seguros?) ha revivido la preocupación.
El texto cita al profesor Jerry Phillips, del departamento de bioquímica de la Universidad de Colorado, quien asegura estar preocupado por la exposición a radiofrecuencia que ocasionan los dispositivos de Apple.
“Mi gran preocupación respecto a los AirPods es que su ubicación en el canal auditivo expone los tejidos en la cabeza a niveles relativamente altos de radiación de radio-frecuencia”, comentó el profesor.
Aunque sus declaraciones son polémicas, este tema se tiene que tomar con mucha precaución, pues el documento de la OMS señala que aún es necesario hacer investigación a fondo para determinar cuáles son los daños del uso de teléfonos móviles y dispositivos inalámbricos a largo plazo.
Cabe destacar que tanto los celulares como los dispositivos inalámbricos, como los audífonos o incluso el módem, emiten radiación no ionizadora, que no es tan peligrosa como la radiación ionizadora que emiten las máquinas de rayos X.
“Es importante tomar medidas pragmáticas para reducir la exposición y usar manos libres o mandar mensajes” señaló el doctor Jonathan Sameth de la Universidad del sur de California.
El doctor es uno de los firmantes de la alerta de la OMS. Por su parte, el doctor Keith Black, director del departamento de neurocirugía del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles, comentó a la cadena CNN que la mayor preocupación es no saber qué le sucede a nuestro cuerpo con este tipo de exposición, pues generalmente este tipo de problemas se presentan luego de décadas.
Con información de MILENIO