Patricia Monreal / @Michoacan3_0
Morelia, Michoacán.-Standard & Poor´s determinó bajar la calificación al gobierno que encabeza Silvano Aureoles Conejo, debido a que éste ha avenido abusando en el uso de la deuda pública de corto plazo.
La calificación emitida el pasado 16 de diciembre, dio un revés a la calificación de Michoacán lo que dificultará a la entidad convenir en condiciones favorables en el proceso de reestructura que plantea el Ejecutivo al Congreso le autorice.
De acuerdo con el reporte de la calificadora, los indicadores presupuestales de Michoacán “se han deteriorado más de lo esperado, lo que ha derivado en un uso significativo de financiamiento a corto plazo”.
El documento que puede ser consultado por los interesados en la dirección http://www.bmv.com.mx/docs-pub/eventoca/eventoca_716822_2.pdf puntualiza que tanto la liquidez como la administración financiera de Michoacán “continúan siendo débiles”.
Es así como refiere que se baja la calificación de Michoacán de mxBBB a mxBBB- debido a que la perspectiva que se tiene es negativa, “nuestro escenario negativo estima que la falta de acciones efectivas para revertir la débil situación financiera del Estado generaría déficit operativos constantes, y una dependencia elevada de deuda de corto plazo dentro de los siguientes 12 a 18 meses”.
Standard & Poor´s señala la baja de la calificación se basa en los resultados presupuestales del Estado que, al cierre del tercer trimestre de 2016, son inferiores a sus expectativas.
“El muy débil desempeño presupuestal de Michoacán ha derivado en el uso de deuda de corto plazo, lo que ha presionado su ya débil posición de liquidez. De igual manera, limitan la calificación del Estado una administración financiera débil, que entre otros factores captura el bajo nivel de institucionalización de buenas prácticas financieras. Por otra parte, la calificación considera una flexibilidad financiera muy débil, un elevado nivel de deuda, pasivos contingentes moderados y una muy débil economía”.
Refiere que en su escenario negativo se estima que Michoacán continuaría reportando déficits operativos en torno a mil 100 millones de pesos o bien el dos por ciento de sus ingresos operativos durante 2016-2018.
En su opinión, “esto derivaría principalmente de menores transferencias extraordinarias (que ya han experimentado una marcada volatilidad en los últimos años), en parte dado un presupuesto federal más austero para los próximos 12 a 18 meses, aunado a la falta de acciones determinantes del Estado para reducir su gasto operativo e incrementar su recaudación propia (que estimamos en alrededor de seis por ciento de los ingresos operativos durante 2016-2018).
Sus estimaciones para el escenario negativo también consideran que Michoacán financiaría la mayor parte de su gasto de inversión a través de transferencias federales. Asumiendo que el gasto de inversión alcance unos dos mil millones o tres por ciento de los gastos totales, el Estado reportaría déficits después de gasto de inversión ligeramente superiores a dos por ciento de los ingresos totales durante 2016-2018”.
A decir de la calificadora, para financiar el déficit fiscal al 30 de septiembre de 2016, el Estado contaba con tres mil millones (5% de los ingresos operativos) de deuda de corto plazo, nivel que se preveía continuara durante lo que restaba de 2016 y hasta 2018, “dados los consistentes déficits fiscales en nuestro escenario negativo. Además, al 30 de septiembre de 2016, Michoacán reportó un total de deuda por 16 mil 856 millones compuesta de diez créditos de largo plazo con la banca comercial y de desarrollo, con un saldo insoluto de 12 mil 701 millones y una emisión (MICHCB 07U) con un saldo en circulación equivalente a cuatro mil 155 millones. Además, el Estado tiene una obligación tipo deuda por 567 millones contratada bajo el Programa de Apoyo para Infraestructura y Seguridad (Profise).
“Toda la deuda directa y obligaciones tipo deuda de largo plazo están garantizadas por cuatro fideicomisos que afectan el 67.32 por ciento de los flujos de Participaciones que recibe del gobierno federal y cien por ciento de sus ingresos por el Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal”.
Además la consultora estima que el servicio de deuda sea de un 8.7 por ciento de los ingresos operativos (27% de los ingresos discrecionales, que considera alto) durante 2016-2018.
“Las cláusulas de incumplimiento cruzado y aceleración, así como el riesgo de refinanciamiento de la deuda de corto plazo hacen que consideremos la deuda del estado como elevada. A su vez, consideramos como pasivos contingentes a la obligación tipo deuda (Profise) y las presiones de gasto que pudiera seguir enfrentando el Estado dadas las condiciones de inseguridad locales”.
Sobre el gobierno encabezado por Silvano Aureoles apunta que “la administración financiera de Michoacán (PRD, 2015-2021) continúa afrontando grandes retos, que son resultado de instituciones débiles y de la ausencia de prácticas prudenciales en sus finanzas. A la fecha, Michoacán no ha tomado acciones suficientes para lograr un incremento significativo de sus ingresos propios o reducir sus gastos operativos. La planeación financiera de largo plazo es limitada y la política de deuda y liquidez no es clara. Además, Michoacán es uno de los estados con mayor rezago en la implementación de los estándares de contabilidad entre los gobiernos mexicanos.
“La inseguridad y las protestas sociales limitan el potencial de crecimiento económico del Estado en el largo plazo. Además, el producto interno bruto (PIB) per cápita del Estado en 2015 fue de solo 5 mil 536 dólares, significativamente por debajo del nivel nacional de nueve mil 439. Michoacán es uno de los estados calificados con menor PIB per cápita, solo por encima de Oaxaca y Guerrero”.
Y agrega: “la liquidez del Estado es débil. Estimamos que el efectivo de libre disposición y los acotados flujos de efectivo alcanzarían a cubrir aproximadamente 15% de su servicio de deuda durante los siguientes 12 meses. Los indicadores de cobertura de servicio de deuda se han deteriorado debido al uso de financiamiento de corto plazo. Otras debilidades en la liquidez de Michoacán es el desbalance entre las reservas de efectivo y pasivos circulantes.
“Al 30 de septiembre de 2016, el efectivo del Estado alcanzó cinco mil 465 millones, poco más de una tercera parte de las cuentas por pagar de 14 mil 650 millones. Asimismo, similar a 2012-2015, esperamos que la brecha entre el efectivo y las cuentas por pagar se amplíe al cierre del ejercicio fiscal 2016 y ejercicios subsecuentes. Consideramos que el nivel actual de cuentas por pagar es insostenible en el largo plazo y seguirá presionado el perfil crediticio de Michoacán si no se toman las medidas necesarias para revertir la tendencia negativa del desempeño presupuestal”.
Y la calificación podría bajar aún más de acuerdo a Standard & Poor´s dentro de los siguientes 12 a 18 meses “si el Estado no logra revertir los déficits operativos y continúa haciendo un uso elevado de deuda de corto plazo. Esta situación puede deteriorar nuestra opinión sobre la prudencia de la administración financiera respecto al manejo de la liquidez y deuda del Estado”.