Si realmente nos gusta un hombre, haremos hasta lo imposible para darle el orgasmo que se merece, y a veces eso implica dar sexo oral. Y aunque esa parte de su anatomía parezca lo más fácil de manejar, realmente requiere más trabajo de lo que creen. ¿Está mal querer que los hombres sepan lo que están recibiendo?
Esto es lo que quisiéramos que USTEDES superan sobre lo que es dar un ‘blow job’
- Arrodillarnos mientras tú estás de pie requiere mucho poder atlético: Esta técnica sexy y sumisa es erótica, lo aceptamos, pero también le pone MUCHA presión a nuestras rodillas. A menos que te des la tarea de acobijar el piso, no esperes que lo hagamos constantemente.
- Sabemos que nos vemos sexys: Sabemos que una buena imagen de nuestro trasero o nuestro busto es algo que quieres ver… y lo hacemos a drede. De hecho, tratamos de vernos lo más sexy posible para que, tanto lo disfrutes más, como para que termines antes. En estos casos no estarían nada mal un par de halagos.
- A veces, nuestros ruidos y gemidos son parte del show: La verdad es que a veces estaremos realmente excitadas de hacerlo… y en otras simplemente queremos acelerar el asunto. Y no lo tomes a mal, ¡al contrario! Si vieras lo que estamos dispuestas a hacer por ti, te sentirías MUY halagado.
- 69: Bueno en teoría, difícil en realidad: La posición del 69 parece lo más sexy del mundo, pero si pierdes tantita concentración, todo se va al diablo. Es como si tuvieras que seguir corriendo el maratón mientras alguien te está ofreciendo un helado a mitad de camino.
- Las advertencias son bienvenidas: Una advertencia de la llegada del semen siempre será apreciada y, usualmente, necesaria. Un shot no previsto podría ser considerado como una falta de respeto.
- ¿En el baño? Tal vez: Así como tener sexo en el baño, dar sexo oral bajo la regadera puede ser complicado. Entendible, ¿no? Una mujer no puede tener TANTA agua en la boca. Y hacemos hasta lo imposible por satisfacer tus fantasías, pero ésta podría ser peligrosa. Aún así podríamos intentarlo, pero no salgas muy decepcionado si no duramos mucho tiempo.
- Tenemos un límite: Si no terminas en más de media hora, y ni siquiera estás cerca, vamos a tirar la toalla. Somos humanas, y sabemos que tú también. ¡Tenemos un límite! Aunque parezca que podemos chupar, morder y succionar por mucho tiempo, realmente no podemos hacerlo por una hora. Y por no poder hacerlo no te da permiso de poner caras o aplicar la ley del hielo.