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Muchos médicos señalan que existe una relación entre el ascenso de casos del síndrome de Guillain-Barré y el zika en territorios, afectados por el virus. Así, recientemente Colombia ha confirmado una “conexión causal” entre el virus del Zika y el síndrome de Guillain-Barré y la muerte de tres personas en el país, informa ‘El Mundo’. Venezuela, a su vez, ha detectado 255 casos de síndrome de Guillain-Barré relacionados con el zika. La cifra anunciada por la ministra de salud de Venezuela, Luisana Melo, supera en 8,5 veces los casos previstos para un plazo de menos de dos meses, si se tiene en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que el número de casos anuales de Guillain-Barré en el país deben ser de entre 350 y 550.
Además, la OMS confirmó la posibilidad del vínculo entre los dos males, aunque subraya que resulta bastante problemático nombrar las causas exactas y los factores de riesgo que contribuyen a ambos males. Así, según los científicos brasileños, el virus del Zika aumenta en un 20% las posibilidades de padecer de este trastorno.
¿Qué es exactamente el síndrome de Guillain-Barré?
Junto con microcefalia infantil, el síndrome se ha convertido en uno de los principales temores de epidemia Zika. Según el portal ‘The Conversation’, por primera vez, el síndrome fue diagnosticado por los investigadores franceses Guillain, Barré (y Strohl) en París. El vínculo entre el zika y el síndrome de Guillain-Barré fue propuesto por primera vez entre 2013 y 2014 en la Polinesia francesa. Se trata de una afección neurológica autoinmune en el que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a una parte del sistema nervioso periférico, es decir, la mielina, que es la capa aislante que recubre las fibras nerviosas. Cuando esto ocurre, podría provocar escalofríos o pérdida de la sensibilidad y sensación de entumecimiento en alguna de las extremidades u otras partes del cuerpo. Además, los nervios son incapaces de transmitir eficazmente las señales y aparece la debilidad muscular, que es la consecuencia de la derrota de las raíces de la médula espinal, los troncos nerviosos craneales y espinales, lo que podría llevar hasta la parálisis. Actualmente, los médicos no pueden llegar a una opinión común sobre las causas del síndrome de Guillain-Barré y el vínculo entre las dos enfermedades carece de pruebas científicas. Cabe mencionar que la mayoría de las personas con el síndrome consiguen sobrevivir y recuperarse por completo.
No obstante, a los 24 países americanos y del Caribe se les recomienda tomar todas las medidas necesarias para detectar el virus del Zika y estar dispuestos ofrecer atención médica a las personas con síndromes neurológicos, incluido el de Guillain-Barré. Además, algunos Gobiernos latinoamericanos se vieron obligados a recomendar a las mujeres evitar quedarse en cinta el brote de la enfermedad. La razón de acudir a una medida tan extrema radica en que las mujeres embarazadas portadoras del virus corren el riesgo de tener bebés con malformaciones congénitas como la microcefalia, un desorden neurológico que hace que los recién nacidos nazcan con cráneos y cerebros más pequeños, poniendo en riesgo sus vidas.
¿Qué es el zika?
El virus del Zika se transmite a través de la picadura de mosquitos tropicales. Los síntomas de esta rara enfermedad son muy leves: erupción cutánea, dolor de cabeza, muscular y en articulaciones, además de fiebre. No existe tratamiento ni vacuna contra esta enfermedad, por lo que los médicos simplemente trabajan en controlar y aliviar los síntomas.
Los primeros casos del virus del Zika se presentaron en mayo del año pasado en Brasil pero se ha propagado rápidamente por casi toda América Latina, causando un gran brote en varios países de la región, siendo Brasil y Colombia los más afectados.
La enfermedad acaba de llegar también a EE.UU. y también a Europa, dando la razón a los especialistas, quienes señalan que tiene todas las posibilidades de convertirse en una gran pandemia global. El zika podría provocar un pánico similar al del ébola, que tuvo en vilo a todo el mundo entre 2014 y 2015, se cobró miles de vidas y también había pasado desapercibido hasta que afectó directamente a Occidente.