De «dimensiones aterradoras» calificó el representante adjunto de la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Jesús Peña, las desapariciones forzadas en México, cuyo problema está rebasado por las instituciones encargadas de darles seguimiento.
En la inauguración del foro Necesidades forenses en México frente a las desapariciones y fosas, Peña hizo referencia a los recientes hallazgos de fosas clandestinas en diferentes partes del territorio de México.
En referencia a los datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en el país se han localizado 855 fosas clandestinas, de las cuales sólo en cuatro estados se encontraron 35 mil restos humanos.
Resaltó que hoy en día es imposible que alguna institución sepa sobre el número exacto sobre las personas que están desaparecidas o no han sido localizadas, «ninguna institución les va a dar la respuesta, porque es un tema que no se conoce».
Declaró que se dan algunas cifras, si embargo hay muchos casos que no se han hecho públicos por diferentes causas, por lo que no existe un resultado.
Por ello consideró que se debe permitir la intervención de peritos independientes y dar valor probatorio a sus informes, así como establecer una reglamentación de cementerios, inhumaciones, exhumaciones, conservación y entrega de restos, con el propósito de frenar las irregularidades en la localización y atender debidamente a las víctimas.
Gerardo Esquivel, coordinador de investigación del Instituto Belisario Domínguez, explicó que de acuerdo con cifras oficiales, hasta el año pasado el registro es de 29 mil 917 desaparecidos, con un aumento importante en 2016, cuando se reportaron 3 mil 803 casos, más de 10 cada día.
Con información de La Jornada