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Algunas personas consumen sustitutos del azúcar porque piensan que es una buena manera de reducir el consumo de calorías y mantenerse sanas. Pero la ciencia sugiere lo contrario.
El portal Business Insider, partiendo de distintas investigaciones, redactó un artículo que hace disipar los 5 mitos más comunes sobre el azúcar:
Los endulzantes artificiales son más saludables
Algunas personas consumen sustitutos del azúcar porque creen que son una forma de controlar el peso y mantenerse saludables, sin embago estudios han demostrado que estos endulzantes artificiales elevan el nivel de azúcar en la sangre y provocan cambios importantes como: obesidad, altísimos niveles de glucosa en la sangre, reducción de la absorción de las vitaminas, ansiedad o depresión y otros problemas.
El azúcar da sensación de satisfacción
Hace décadas, se consideraba que el azúcar era un recurso para obtener energía rápidamente por muy pocas calorías. No obstante, algunas fuentes generan un aumento de energía de inmediato pero provocan hambre casi al mismo tiempo, con lo cual conducen a la obesidad.
Muchas fuentes de energía rápida provienen de alimentos empaquetados, pero la energía duradera se encuentra en las verduras y la proteína.
Comer fruta es malo
Desde hace tiempo se especulaba sobre la increíble cantidad de azúcar que contienen las frutas, y aunque es verdad que poseen, también es cierto que están llenas de nutrientes, fibras y contienen un bajo nivel energético.
En cambio, hay que tener mucho cuidado con las bebidas frutales, puesto que ellas proporcionan muchas más calorías que las frutas.
Azúcar orgánica, más saludable
Muchos productos están endulzados con azúcar orgánica de caña, pero lo que no indican a sus consumidores es que este tipo de azúcar no genera ningún beneficio a sus consumidores. La tecnología de creación puede ser diferente pero el químico es el mismo y produce las mismas consecuencias al ser humano.
Las dietas sin azúcar son la solución
Con tantos problemas asociados al azúcar, la gente podría tentarse, y efectivamente lo hace, a cambiar el azúcar por una dieta completamente exenta de este producto.
Muchas recetas y recomendaciones remplazan el azúcar tradicional por miel o algún otro producto. Sin embargo, con ello sólo se cambia el nombre del contenido. La fructosa puede ser incluso peor y no se tiene control sobre la cantidad empleada en el proceso.