Por Gloria Illescas /@Gloria3_0
(27 de febrero, 2014).- Por lo regular, cuando se habla de parafilias suele darse cierta asociación entre dicho término y determinadas cuestiones sexuales que bajo el entendido común pueden considerarse “depravadas” o “pervertidas”.
Esto debido en gran parte a la estereotipación que suele hacerse de las mismas dentro de la cultura popular, aunado al hecho de que entre las parafilias más conocidas se encuentren la necrofilia y coprofilia, mismas que provocan cierto escándalo y desconcierto en gran cantidad de personas. Sin embargo no todas las parafilias son así de extremas.
La psicología contempla las parafilias como perfiles sexuales, (también se tiende a emplear el término filias para referirse a la misma cuestión, lo cual es una ligera equivocación ya que, de hecho, una filia consiste básicamente en determinada atracción hacia algún objeto, concepto o situación específica, sin que dicha atracción implique necesariamente algo sexual) las parafilias también pueden entenderse como cierto tipo de manías, consisten en un patrón de preferencias y comportamiento referentes al acto sexual que producen determinado nivel de excitación.