Damnificados por la explosión del volcán de fuego en el municipio de Alotenango han sufrido diversas vicisitudes durante su estancia en el albergue que pusieron a su disposición las autoridades municipales.
Desde prohibiciones para salir del albergue hasta robos al interior del mismo son algunas de las complicaciones que han tenido que sortear los refugiados.
“Nos sentimos como si estuviéramos presos, no nos dejan salir, nos aíslan de la gente. Hay mucha gente que quiere ayudarnos y ellos (autoridades) están bloqueando la ayuda” aseguró una mujer de 47 años al interior del albergue.
Durante una visita guiada y supervisada por autoridades municipales pudimos constatar los testimonios de quienes ahí se encuentran. “No tomes foto ahí”, y “es preferible no hablar con los albergados pues es un momento traumático y pueden decir cosas que no son ciertas” fueron algunas de las recomendaciones que nuestro guía nos hizo.
Pedro Olsa de 54 años relata su experiencia en el albergue “No entiendo por qué no quieren que salgamos, yo tengo familia perdida, mi esposa y tres hijos estaban en casa cuando pasó la catástrofe mientras yo estaba trabajando. Estoy en el albergue porque la lava arrasó todo, pero quiero ir a buscarlos para poder sepultarlos. Hay mucha gente que está ayudando y el gobierno lo único que hace es bloquearla, dicen que es para no saturar el espacio que tenemos dentro pero solo nos dan una sopa y agua pura, yo creo que eso no está bien, sales a caminar un rato al patio y cuando regresas al dormitorio ya te falta una cobija, agua, camisa, algo y nadie ve nada no sé para qué hay militares custodiando el albergue”.
La presión por parte de la sociedad civil se está tornando cada vez más grande pues señalan que “nosotros estamos haciendo lo que el gobierno no quiere hacer y no lo permiten, nos enteramos que el campo de golf lo desalojaron hasta con helicóptero pero a la gente de El Rodeo y San Miguel los Lotes no les avisaron, los dejaron morir solos”.
