Cultura


“Difuntos de fin de siglo”, de Emilio Carbadillo por alumnos de la Casa de la Cultura de Morelia

LA PERSISTENTE LLUVIA

Entrevista con la Mtra. María Guadalupe Ortega Arias sobre la puesta en escena interdisciplinaria que está montando en la Casa de la Cultura con motivo del Día de Muertos.

MARGARITA: Lupita muy buenas tardes, con motivo de la puesta en escena que estás montando en la Casa de la Cultura, donde congregas a varios de los talleres de arte que se imparten en la misma; me gustaría que comentaras ¿cómo se llama la obra y quién es el autor de la misma?

LUPITA: Se llama “Difuntos de Fin de Siglo”, del Mtro. Emilio Carbadillo.

MARGARITA: ¿Cuánto tiempo te lleva montar esta obra?

LUPITA: ¡Híjole! Pues casi, casi nos llevamos…. Ya ves que en la Casa de la Cultura trabajamos por trimestre, y en este trimestre que abarca septiembre-diciembre, tenemos dos proyectos: “Difuntos de fin de siglo” y “La Pastorela”. Esto lo venimos realizando desde hace tres años, ambos trabajos son interdisciplinarios.

Nos lleva dos meses ponerla, intensificando el trabajo con el taller. Hay alumnos que ya han estado en las tres puestas en escena y eso simplifica el trabajo, pero hay gente que llega “verde” totalmente y hay que empezarla a preparar.

Y entonces entre que hacemos taller y estamos preparando… Y tú sabes que como los talleres son trimestrales no te puedes quedar mucho tiempo con una actividad. Tienen que ser objetivos bien concretos y bien específicos.

MARGARITA: ¿Cuánto tiempo antes del trimestre previo al montaje te lleva de logística?

LUPITA: Meses, porque el o los proyectos que planteamos deben entrar para su aval a la Secretaría de Cultura desde enero, porque así te lo exigen. Nosotros estamos trabajando con las demás compañeras maestras desde que entramos a labores. Tenemos un proyecto, seguimos con el otro, sin perder de vista “Difuntos de fin de siglo”. Es un proyecto que no queremos dejar perder, lo mismo la “Pastorela”.

Inicialmente empezamos hacer los interdisciplinares con las pastorelas. Luego surgió la inquietud y la pregunta de “¿qué estaba pasando con la noche de muertos que estábamos dejando desprotegida?”. Y este verano comenzamos con “Sueño de una noche de verano” también.

Entonces, queremos lograr cuatro objetivos al año; como el año se divide en talleres trimestrales queremos lograr cuatro proyectos. Y no queremos correr, pero los alumnos requieren estar en constante práctica para su proceso creativo. Porque el teatro se aprende haciendo teatro, la literatura se aprende haciendo literatura; la danza se aprende y se lleva a la práctica a través del movimiento escénico. No puedes tener varados a los alumnos con pura teoría.

MARGARITA: Desde que escogiste “Difuntos de Fin de Siglo” para montarla con tus alumnos te imaginaste un montaje interdisciplinario.

LUPITA: Si, lo pensé interdesciplinario porque me decía: “Yo que hago con quince o veinticinco “pollos” para llenar una Plaza del Zócalo? Porque la obra se ubica en el Zócalo de la Ciudad de México, y nosotros, convertimos nuestro Claustro Mayor de la Casa de la Cultura en ese zócalo. Entonces, con la gente que llega a teatro y está conmigo si podríamos llenar un escenario, tú sabes que una sola persona puede llenar un escenario; pero en este caso yo me imaginaba a toda la gente y personajes que existen en el Zócalo. ¿Y de dónde sacarla? Pues con la gente de nuestra Casa de Cultura y llenar ese Zócalo en todos los sentidos.

MARGARITA: ¿Y la participación de los maestr@s cómo ha sido?

LUPITA: Excelente. Al principio con muchas dudas y preguntas de “¿nosotros dónde encajamos en este proyecto?”. Y cuando nos sentamos para hacer el trabajo de mesa y lo desglosamos, encajamos perfecto; porque vamos de la mano un@ con otr@. Ahorita ya hemos hecho un equipo bastante sólido, nos conjugamos bastante bien.

MARGARITA: ¿Mucho trabajo?

LUPITA: ¡Muchisísimo!

MARGARITA: He visto que es un gentío el que participa. Estamos hablando de diversidad de edades; desde niños, adolescentes, adultos y hasta alumnos de la tercera edad.

LUPITA: Los de la tercera edad son compañeros del taller de Baile de Salón.

Ha sido bien interesante para mí lograr conjugarlos. Porque tú sabes que a veces entre mismos maestros es difícil lograr conjuntarnos en espacio, tiempo y modos de pensar; han sido logros bien loables.

Y si, es un triunfototote porque somos más de cien personas en la puesta en escena, y no es fácil manejar a mucha gente. También es cuestión de experiencia, y tú sabes que esa no te la ganas de la noche a la mañana. Ha sido un proceso paulatino en el que he ido creciendo.

Trabajé muchos años en escuelas privadas donde tenía que manejar muchas actividades multitudinarias, eso me dio mucha experiencia. Enfrentarte a la gente, a tus mismos compañeros, entender en específico lo que quieres y concretizar cosas. Creo que ese ha sido el éxito de la puesta en escena de “Difuntos de fin de siglo”, que no divagamos, no estamos jugando a “haber qué sale”, tenemos un objetivo bien concreto.

MARGARITA: Sobre todo, tomando en cuenta que se trata de talleres diferentes, obviamente talleres de arte en proceso creativo; pero otro factor es, que trimestre con trimestre los alumnos varían.

LUPITA: Si, se quedan unos. Tú sabes que tienes una basecita de tres o cuatro y que te incrementan cada trimestre. Pero ¿qué hacer con los que ya tienen un proceso y qué hacer con los nuevos? Tienes que conjugarlos y no dejar varados a los que ya tienen un buen camino andado. Ese es uno de los objetivos, seguir motivándolos. Ha sido bien padre la respuesta de los chicos.

MARGARITA: ¿A qué cosas te enfrentas para la realización de este montaje y como las confrontas?

LUPITA: Nos encontramos siempre con el choque de los espacios. El espacio siempre está lleno de actividades externas a la Casa de la Cultura. Bien sabemos que no depende de la dirección de la misma sino de la SECUM y de los compromisos gubernamentales. Siempre estamos chocando con eso. Siempre chocamos con que “No hay un presupuesto”, y si hay nunca llega a tiempo o definitivamente nunca llega.

El año pasado hicimos el presupuesto, se metió a la SECUM y nunca nos apoyaron ni con cinco pesos. Resolvemos con la ayuda fantástica de los alumnos y de los padres de familia; de la dirección y de la bolsa de los maestros. De toda esa buena disposición de todo mundo menos de la SECUM.

Otro caso es que el “Don Juan Tenorio” ya estaba en el Teatro Ocampo, pero el año pasado se les antojó volverlo a regresar a la Casa de la Cultura y tuvimos un choque terrible porque no nos dejaban ensayar. A eso nos enfrentamos, las cosas de producción siempre las hemos resuelto.

MARGARITA: ¿Qué días se va a presentar “Difuntos de Fin de Siglo”?

LUPITA: La obra se presenta el 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre a las 8 de la noche, Claustro Mayor de la Casa de la Cultura de Morelia, entrada libre.

MARGARITA: Y ahora platícanos algo de tu trayectoria dentro del teatro.

LUPITA: Yo comencé como buena niña viniendo a los talleres de la Casa de la Cultura. Aquí me hice pareja de un hombre que estaba dedicado cien por ciento al teatro. Estuve con la Mtra. Maricela Lara, con el Mtro. José Manuel Álvarez, y aquí me quedé, siendo que no era mi carrera la cuestión teatral, porque yo estaba estudiando odontología. Pero ya estando encaminada en teatro, descubrí que lo que me gustaba más era la cuestión artística, más que los que lo que estaba llevando.

MARGARITA: Y haciendo el recuento ¿cuántos años de trayectoria?

LUPITA: Haciendo el recuento, ya como treinta y cinco años.

MARGARITA: ¿Has participado en puestas en escena?

LUPITA: He estado en varias puestas en escena tanto como actriz, como directora, como asistente de dirección, en producción… He hecho de todo hasta este momento, y me quedo con que me gusta mucho la actuación y me gusta la dirección.

MARGARITA: Dijiste que uno de tus maestros fue el Mtro. José Manuel Álvarez, qué experiencia tuviste y recuerdas de este hombre tan importante aquí en Michoacán dentro del área teatral, como dramaturgo, maestro, creador, etc.

LUPITA: Creo que tengo mucha influencia de él en cuanto a la dirección. Recuerdo que no nos daba taller, no te sentaba como maestro y te daba teoría, él se iba directo a la práctica; y mediante a la práctica tú ibas creando las imágenes. Y algo que se me hacía muy interesante de él es que tenía tan claras sus imágenes escénicas que al momento de que nos las estaba transmitiendo para llevarlas a cabo no le entendíamos ni madres; no sabíamos qué estaba pasando porque para nosotros resultaba algo ilógica la resolución escénica. Pero cuando ya la veías decías “¡Wuau!”.

Me gustaban mucho sus puestas en escena, su trabajo. Me gustó mucho como director, como dramaturgo no tanto, tengo que confesarlo. Yo tengo mucha influencia del Mtro. Álvarez.

También he estado con el Mtro. Ocerransky, he tomado cursos de dramaturgia con Felipe Galván, con Verónica Musalé; entonces mi vida ha sido un constante prepararme para lo que me gusta hacer.

MARGARITA: Muchas gracias Lupia. ¿Algo más que desees agregar?

LUPITA: Si, que vengan a vernos.

30 octubre, 2017
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