Morelia, Michoacán.- La construcción de un edificio en la Avenida Solidaridad de la capital michoacana, ha generado daños en las viviendas contiguas y denuncian los propietarios, sus casas podrían colapsar al no resistir el peso del inmueble de cinco pisos; la edificación, aseguran, es propiedad del diputado Ernesto Núñez Aguilar.
Desde hace 25 años, María Teresa Navarro y su familia vive en la casa marcada con el número 1038 de la Avenida Solidaridad, en la colonia Camelinas, pero hace un año, en el número 1026 se demolió un inmueble y se inició la construcción de un edificio que ha generado diversas grietas en la planta baja, planta alta y techo de su casa.
“Mi casa tiene varias fracturas, tan graves las fracturas que, mi esposo es ingeniero, tiene conocimientos de lo que está pasando en mi casa y con esta obra, la abertura que está en la azotea y que va de lado a lado es muy peligrosa, mi casa un día puede colapsar ¿Y a mí quién me apoya?” cuestionó la dueña de la casa afectada.
Luego de indagar el origen del edificio vecino, la señora María Teresa descubrió que el propietario es el diputado del Partido Verde Ecologista de México, Ernesto Núñez Aguilar, a quien le exige, muestre los permisos para realizar dicha construcción, pues afirma, los constructores están violando varias cláusulas del reglamento municipal.
Aunado al desgaste en su vivienda, María Teresa Navarro afirma que los trabajadores invaden su propiedad para realizar maniobras, e incluso mantienen en la azotea instrumentos de construcción, lo cual documentó con fotografías e inclusive, durante la cobertura noticiosa se observaron herramientas de trabajo en el techo de la casa.
La afectada, cuestionó además el trabajo del presidente municipal Alfonso Martínez y el Ayuntamiento de Morelia, pues cuando acudió a solicitar apoyo por los deterioros en su vivienda, no recibió respuesta. Posteriormente acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado, pero dicha instancia envió un citatorio a otra persona que no es el legislador federal, por lo que no se llegó a ninguna solución.
Finalmente, María Teresa acudió a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, y aunque el organismo envió un exhorto para que las autoridades municipales y las de procuración de justicia atendieran el llamado de la afectada, no fue suficiente para frenar los desperfectos en su hogar.