Anwar al Awlaki, un destacado dirigente de Al Qaeda con vínculos en múltiples atentados terroristas a nivel mundial, incluidos los del 11 de septiembre de 2001, obtuvo fondos de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) para financiar su educación universitaria.
Una identidad falsa para acceder a fondos
A pesar de haber nacido en Las Cruces, Nuevo México, Al Awlaki mintió sobre su lugar de nacimiento, asegurando ser originario de Yemen, lo que le permitió acceder a becas destinadas a estudiantes extranjeros. Gracias a esta falsificación, logró cubrir sus estudios de ingeniería civil en la Universidad Estatal de Colorado, según revelan documentos recientemente desclasificados por el gobierno estadounidense.
De beneficiario a terrorista buscado
Al Awlaki escaló posiciones dentro de Al Qaeda y se convirtió en una de las figuras más influyentes del grupo. Antes de ser abatido por un dron estadounidense en Yemen en 2011, lideraba la filial de la organización en la península arábiga y desarrolló estrategias para expandir la yihad armada mediante el uso de Internet, facilitando la radicalización y el reclutamiento de nuevos miembros.
Su legado terrorista incluye su influencia en los ataques del 11 de septiembre de 2001, cuando cuatro aviones comerciales secuestrados por terroristas suicidas causaron la muerte de casi 3.000 personas y dejaron más de 25.000 heridos en EE.UU. Este evento desató la ‘guerra contra el terrorismo’, que incluyó la invasión y ocupación de Afganistán por casi dos décadas.
Un escándalo en medio de recortes
La revelación de que la USAID financió la educación de Al Awlaki surge en un momento en que la administración Trump buscaba una reestructuración de la agencia para reducir el gasto público. Trump criticó duramente a la USAID, calificándola como una entidad manejada por “lunáticos radicales” y suspendió la financiación de varios de sus proyectos, señalando posibles casos de corrupción en su administración.