Edgar Rosas / Revolución TresPuntoCero
A poco más de un mes de la agresión de militares en contra de la comunidad de Santa María Ostula, municipio de Aquila, Michoacán, pobladores de esta localidad expresaron su preocupación ante un nuevo ataque por parte del gobierno, además denunciaron la poca colaboración del Ejército para aclarar el asesinato del niño Hildeberto Reyes García de 12 años de edad, con lo que, dijeron, las fuerzas castrenses tratan de esconder al soldado asesino.
En conferencia de prensa, los pobladores de esta localidad michoacana enfatizaron que el temor a un nuevo ataque se origina, entre otras cosas, luego de la advertencia que lanzó el gobernador electo de Michoacán, Silvano Aureoles, en la cual afirmó que no permitirá un civil armado en la entidad.
Detallaron que ante esta declaración, el riesgo de un nuevo operativo y ataque que pretenda desarmar a la policía comunitaria de Ostula se incrementa.
“La comunidad viene realizando una serie de denuncias de nuevos operativos por parte del Estado mexicano, esto a partir del próximo 31 de agosto, con la intención de desarmar a las policías comunitarias. Por esta razón, se hace un llamado a las organizaciones sociales, a los organismos de derechos humanos, a que no quiten la mirada de lo que está pasando en la costa de Michoacán”, manifestó Gerardo Camacho, integrante del equipo de apoyo de la comunidad de Ostula.
Camacho añadió que tal parece se ha iniciado una guerra contra la comunidad de Ostula, pues en los últimos seis años se han presentado 34 asesinatos de comuneros, además de seis más desaparecidos. Recordó que luego del operativo del pasado 19 de julio, un joven de diecisiete años se encuentra en condiciones de salud graves, pues aún tiene alojada una bala “disparada por el Ejército”.
Al respecto, Gregorio Santos, integrante de la comunidad de Santa María Ostula, manifestó que este temor a un nuevo ataque se robustece ya que en últimos días se ha intensificado la presencia de elementos del Estado en la región.
“Desde que pasó lo que hizo el gobierno, toda la atrocidad que hizo a la comunidad (el pasado 19 de julio) no se habían hecho visibles. Ahora van dos o tres ‘rápidas’, así le decimos a las camionetas, llegan al filtro y provocan. Creemos que por eso van a entrar. Creemos que el día 31 de agosto es el día clave”, detalló.
“El Ejército oculta al asesino de Hildeberto”
Raymundo Ortiz, abogado de la Comunidad de Ostula, denunció que el Ejército mexicano ha demostrado poca colaboración en torno a la investigación que la Procuraduría General de la República (PGR) ha emprendido para esclarecer el asesinato de Hildeberto Reyes, el pasado 19 de julio.
Como se recordará, desde el día de los hechos la comunidad de Ostula demandó que el Ejército fue el responsable de la muerte del niño luego de abrir fuego contra la población.
El jurista detalló que la Secretaría de la Defensa (SEDENA) no ha proporcionado la información que la PGR le ha solicitado, en donde se detalle, entre otras cosas, qué elementos participaron en el operativo, así como quién estaba al mando de los soldados.
Además, dijo, también se ha solicitado presentar las armas utilizadas el día de los hechos, con el afán de realizar las pruebas de balística correspondientes.
“Ya van dos solicitudes que ha girado la PGR, en donde le piden a la SEDENA que informe, primero, quiénes iban, a qué batallón pertenecían, cuál era su mando, qué armas llevaban, cuáles eran sus instrucciones. Pero sobre todo (ha pedido) que presenten los rifles que llevaban para hacer las pruebas de balística.
Las pruebas de balística sobre las armas es la manera de dar directamente con el asesino. El asesino de Hildeberto es un soldado y el Ejército mexicano está protegiendo a ese asesino porque no han presentado hasta el día de hoy ninguna de las pruebas la PGR le ha solicitado”, manifestó.
Por lo anterior, argumentó Ortiz, el Ejército no ha querido aportar la información solicitada por la PGR, pues, explicó, está ocultando las pruebas que incriminan a la institución castrense y los ponen como los responsables de la agresión.
“Por eso el Ejército no presenta las pruebas que son indispensables. Los fusiles que se le requirieron no los ha presentado. Hay una prueba química que permite saber cuándo fue la última vez que se disparó un arma, pero a estas alturas esa arma ya pudo haber sido disparada; ellos están escondiendo las pruebas que responsabilizan a la institución y culpan a un asesino y que señalan a los agresores, porque fueron varios los que dispararon, según las declaraciones.
En el caso de la policía que acompañó el operativo, ellos sí aportaron su pruebas de balística, si se presentaron a declarar. Esta policía que acompañó el operativo afirmó que ellos no dispararon, pero que sí hubo disparos y que la gente no estaba armada, y entonces quien disparó fue el Ejército”, sentenció.
Por otro lado, el abogado explicó que luego de realizar las pruebas periciales de campo se pudo determinar cuál fue la trayectoria de la bala que le quitó la vida al menor de doce años. Indicó que según estas pruebas, se afirma que la bala provino de una altura similar a la de los camiones del Ejército, de donde los elementos castrenses dispararon contra la comunidad.
“Las periciales de campo demuestran que la trayectoria de las balas es la que cubre la altura de esos caminos hacia el lugar en que se encontraban los niños. Los peritos encontraron la trayectoria, lo que demuestra que coincide con la de los vehículos del Ejército. No pudo haber sido hombres que estaban en los matorrales, como dijo un militar, y que disparaban desde ahí, mientras ellos disparaban al aire. Eso es un absurdo y es parte de esta política que tienen de burlarse de la sociedad. Las pruebas demuestran que el asesino es un soldado desde un camión”.
Además, indicó, estas pruebas también demuestran que el menor de edad se encontraba retirado del lugar del bloque y que los militares dispararon a la comunidad cuando se alejaban del lugar.
“Otro hecho que arroja la investigación es que el lugar donde estuvo el bloqueo se encuentra a cientos de metros de donde estaba el niño. Ellos (el Ejército) ya habían salido (del bloqueo). Los soldados ya habían roto el contingente de pobladores que protestaba por detención de Cemeí, y cuando salen, de puro de coraje disparan contra la gente. Ellos no dispararon para salir (del bloqueo), ellos ya estaban afuera y se fueron disparando hacia la población y ahí disparan contra el niño. El niño no estaba en el lugar de los hechos. Es el odio, la guerra de exterminio del Ejército mexicano contra los pueblos indios lo que mató a Hildeberto”, sentenció.
En lo referente enfatizó que la Comunidad de Ostula ha sido víctima de un acoso constante. Añadió que el día 19 de julio el Ejército fue a provocar a la gente, pues busca un enfrentamiento.
“Ellos fueron a buscar pelea, a provocar a la policía comunitaria, a enfrentarse con gente armada, pero se encontraron con gente civil no armada, pero eso no los detuvo para matar (…) Santa María Ostula vive un acoso constante, parte de una guerra de baja intensidad que esta sobre los pueblos indígenas. Es una cuestión tanto militar como jurídico, constantemente recibimos demandas.
Tenemos por otro lado el robo de la madera que hicieron los Templarios, los intentos de asesinato contra Cemeí: hay un constante acoso para cansar a la comunidad, para exterminar a los pueblos, pero ¿por qué? porque la comunidad de Ostula es una zona virgen, ahí todavía hay grandes felinos, es un lugar donde han convivido con la naturaleza, y los Templarios, coludidos con autoridades se dedicaron a saquear (…) El Ejército, el gobierno y los cárteles se han manifestado como enemigos de la comunidad para despojarlos de sus recursos.”, manifestó.
“Nos atacan por defender nuestra comunidad, por defender nuestros recursos”
Nicolás Flores, comisario de bienes comunales de Ostula, recordó que la localidad ha pasado momentos difíciles y que la única lucha que mantienen es por la defensa de la comunidad. Detalló que el gobierno se ha puesto en contra de su población por defender, a través de la policial comunitaria a sus familias, sus tierras y recursos.
“Ostula está dolido por todos los ataques. El gobierno federal, estatal, y municipal lo único que ha hecho es encarcelar a los hombres que defienden a las comunidades. Ahora nos cuidamos del gobierno porque sabemos que no podemos tener diálogo con el gobierno porque nos va a matar.
Queremos que el gobierno nos proteja, no queremos un gobierno municipal que nos vaya a matar. Nosotros no estamos en contra del gobierno, no vamos a pelear contra el gobierno. Si nos armamos no es para enfrentarnos al gobierno, sino para preparamos para defender a nuestra familia, comunidad (…) Ostula ha dicho que jamás va a colgar los guantes en cuestión de cuidar su comunidad”, dijo.
Por su parte Gregorio Santos manifestó que Ostula es visto por los grandes empresarios como una oportunidad de negocio, sin embargo, dijo nos mantendremos en la lucha.
“Ostula lucha por sus tierras, por la riqueza natural, por los bosques, los cerros verdes. Nosotros vemos naturaleza, lo que ven los grandes empresarios son minas, oro; en las playas ellos ven hoteles, nosotros miramos tortugas que desahogan ahí. Por eso resistimos y no bajamos la guardia”, dijo.
Cabe Recordar que la comunidad de Ostula ha sufrido en los últimos años la violencia contra sus integrantes. A la fecha, el resultado de su lucha ha sido 34 comuneros asesinados y 6 más desaparecidos. La comunidad de Ostula es rica en recursos y a partir de esto se podría entender el embate que han sufrido. No sólo organizaciones criminales han saqueado los recursos, sino, demandan, el gobierno se ha coludido para sacar la riqueza de este lugar.