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El costo anual directo del crimen y la violencia en América Latina y el Caribe asciende 261,000 millones de dólares lo que equivale al 3.55 por ciento del Producto Interno Bruto de la región, estima un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dado a conocer el viernes.
La cantidad duplica el promedio de países desarrollados y equivale al total que la región invierte en infraestructura. Asimismo es igual a los ingresos del 30 por ciento de la población más pobre de la región, lo que muestra “el grave impacto que la delincuencia tiene sobre el desarrollo de los países”.
El informe El crimen y sus costos: nueva evidencia y hallazgos en América Latina y el Caribe cuantifica los costos del crimen comparables para 17 países de la región, y referenciados contra 6 países desarrollados.
Los datos muestran que la región de América Latina y el Caribe pese a contar con el 9 por ciento de la población mundial, registra un tercio de las víctimas de homicidios a nivel global.
“El crimen y la violencia alcanzan niveles que se acercan a una crisis…. Es la región más violenta del planeta, fuera de las zonas de guerra. Seis de cada 10 robos son cometidos con violencia y el 90 por ciento de los homicidios no son resueltos. Sus cárceles están entre las más hacinadas en el mundo”, menciona el BID.
El reporte precisa que los costos del crimen y la violencia en la región ascienden, en promedio, a 3.55 por ciento del PIB en América Latina y el Caribe, comparado con el 2.75 por ciento en los Estados Unidos, el 2.55 por ciento en el Reino Unido y el 1.34 por ciento en Alemania.
“Si la región acercará sus costos del crimen al nivel de los países desarrollados, podría aumentar su inversión en infraestructura en un 50 por ciento”, estimó el Banco Interamericano.
La entidad explica que el costo del crimen se compone de tres partes: Los costos sociales que incluyen victimización letal y no letal, y los ingresos cesantes de la población carcelaria; los gastos del sector privado en seguridad; y gastos fiscales, incluyendo las policías y las cárceles.
“Los estimados son conservadores al incluir los costos directos del crimen: los gastos públicos y privados, y los costos sociales. No incluyen costos indirectos como los cambios en el comportamiento de las personas debido al miedo al crimen o los impactos de la violencia en la salud de la gente”, refiere el documento.
El BID explica que el gasto público en las áreas que tienen que ver con la prevención y control del crimen en América Latina y el Caribe es similar al gasto de los países desarrollados como Estados Unidos y Reino Unido. No obstante, explica que el gasto es una porción mucho mayor de los presupuestos públicos, y los gastos privados en la prevención del crimen es muy superior al de los países desarrollados.
Se refiere que los costos de la violencia contra la mujer en América Latina y el Caribe son el doble del promedio mundial, y el estudio apunta a posibles vías de mayor investigación en el futuro sobre violencia de género.