Opinión 3.0


El miedo a la inseguridad

Cristina Deyanira Marín Torres / Colectivo Emancipaciones

En la actualidad nos enfrentamos al temor por la inseguridad social, lo escuchamos en las noticias, en discursos políticos y en pláticas cotidianas. En primer lugar a que seamos víctimas de ella, y en segundo lugar, a  ser acusados por un delito que no cometimos. Por ello, está latente la preocupación de la ciudadanía de que el gobierno haga su trabajo y presente resultados cualitativos y no cuantitativos.

Esta es la preocupación nos hace cuestionarnos si las autoridades hacen bien su trabajo presentándonos noticias mediáticamente impactantes que intentan calmar nuestro enojo o nuestro miedo al respecto.

En las noticias y discursos políticos se escucha que los delitos han bajado “en un tanto %”, lo justifican presentando varios detenidos por delitos graves como delincuencia organizada o secuestro, pero deberíamos preguntarnos ¿todas las personas detenidas en estos operativos son culpables?, ¿cuántas personas de ahí son inocentes del hecho del que se les imputa?,  ¿cuántos de ellos fueron detenidos para cumplir con las estadísticas o números que demuestren la baja de la inseguridad? y ¿con este “pseudo” resultado nos envuelven para no alzar la voz?.

No hay que olvidar que muchas veces el gobierno crea “chivos expiatorios” para así lograr el reconocimiento social gracias a detenciones masivas o incluso de personas vinculadas a asuntos de relevancia, sin tomar en cuenta las detenciones arbitrarias, incluso obra del azar, con lo cual se pretende conformar índices que el gobierno de la República reporta para demostrar que trabaja y así intentar continuar en el poder.

Sin embargo, la información que obtenemos a través de pláticas con nuestros amigos o compañeros, en redes sociales, o incluso las vivencias que nos toca afrontar directamente no hablan de que la inseguridad va a la alta, que no estamos seguros en nuestra propia casa o en nuestro domicilio laboral, que los secuestros, robos, homicidios están a la orden del día y que las noticias o discursos políticos retratan una realidad distinta de a la que nos toca enfrentar.

En cualquier momento podemos ser víctimas de lo que ocurre, ser parte de las burdas estadísticas presentadas por el gobierno mexicano.

En el mismo sentido, si no exigimos resultados cualitativos dudamos que las cosas cambien en cuanto a ese temor fundado de ser detenido en cualquier momento de tu vida por el delito que sea y que nos pueden mantener en la cárcel un gran tiempo.

Asimismo, lo que sí queda claro es que cualquier ciudadano puede ser presa y ser acusado de un delito que no cometió, o ser víctima de la comisión de un delito, lo primero simplemente para demostrar números o índices bajos de la delincuencia y lo segundo para demostrarnos que se realiza el trabajo de capturar delincuentes.

El gobierno al realizar trabajos cuantitativos nos deja con el temor que nosotros podemos ser víctimas, inculpándonos de un delito que no cometimos por lo que nuestra seguridad no es infalible. Lo que está en juego es nuestra libertad en ambos sentidos, por un lado podemos ser víctimas de un delito y por el otro nos pueden inculpar por otro delito.

Finalmente, pensamos que parte del problema es el miedo excesivo de vivir en sociedad, lo cual trae como consecuencia un círculo vicioso que se tiene entre un miedo enorme de vivir en sociedad y las detenciones arbitrarias de la policía por ejemplo.

Cristina Deyanira Marín Torres es integrante del Colectivo Emancipaciones, Maestra en Derecho con opción terminal en Humanidades por la UMSNH.

20 abril, 2015
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