¿El PRD se va con MORENA?

Llevar a cabo un proyecto común es esencial en cualquier partido político, la virtual o real separación de éste conlleva una latente amenaza de confrontación de las bases con miras a una escisión partidista. De ser concretada la ruptura, los cambios de los militantes de un partido hacia otro pueden explicarse de dos formas: por cuestiones afines hacia un proyecto en común o solo por mera pragmática política, sin necesidad de afinidades políticas.

Ante el escenario actual del PRD, en donde es clara una confrontación de las bases, es necesario cuestionarse si ¿la movilización de los perredistas hacia el proyecto de MORENA, debería explicarse por la primera o segunda forma? Y ¿si ciertamente la alianza PRD-MORENA debería ser deseable?

Si bien esta polémica se observa a nivel nacional, en Michoacán específicamente, han causado fuertes controversias dos declaraciones perredistas con abierta preferencialopezobradorista. Primero por parte del diputado federal Fidel Calderón Torreblanca y más recientemente por parte del ex gobernador Leonel Godoy.

Desde la conmemoración número 27 del PRD, Fidel Calderón, con cada vez mayor insistencia, se ha pronunciado a favor de que sean las bases perredistas las que definan si quieren como su candidato a López Obrador, de igual manera, su movilización no ha sido secreta, pues se le ha visto dialogando con los senadores Alejandro Encinas y Dolores Padierna y en Michoacán con Raúl Morón, entre otros líderes locales. Por su parte, Leonel Godoy hasta hace tres días dio su veredicto para el 2018: si el PRD no va con MORENA estaría en riesgo de perder su registro, aun si el candidato fuera el gobernador Graco, Mancera, Juan Ramón de la Fuente o Silvano.

Ambos perredistas parecieran ser uno de los puentes por donde se pudiera generar una posible alianza, sin embargo, volviendo a la pregunta inicial, se podría ubicar tanto a Fidel Calderón como a Leonel Godoy más alineados con la segunda opción que con la primera. Si bien Leonel Godoy en algunas ocasiones se había mostrado en favor de López Obrador, no fue hasta que su grupo político cayó en el perredismo local –cuestión que no puede decirse del grupo de Fidel Calderón, razón por la cual se le puede ubicar más por afinidad política-, que nuevamente sale a la luz pública. Cuestión que puede traducirse en una cuestión pragmática de no salir de la arena política, pues basta detenerse un poco para ver un futuro escenario político en el cual un gran porcentaje de las bases perredistas se alineen con López Obrador.

Ahora bien, la actual sacudida a al PRD local no debe verse como ajena a lo que acontece en el PRD nacional, pues no es sorpresa encontrar a Silvano Aureoles como uno de los presidenciables para 2018, mismo que no cuenta con el apoyo total de los perredistas locales por sus inclinaciones con la federación, y que hoy por hoy, las declaraciones de ambos perredistas, de ser secundadas por una amplia base partidista –seguidas o no por el actual líder estatal Torres Piña- podrían significar fuertes bloqueos internos para Silvano.

Sean cuales sean los motivos personales de ambos perredistas, la idea de una alianza PRD-MORENA ciertamente es deseable para el partido en cuestión; nos encontramos ante un PRD desgastado por los conflictos de las llamadas tribus, lejos de sus principios como partido y sin un proyecto claro. La salida de Andrés Manuel López Obrador en 2012, seguida de la salida de su líder moral Cuauhtémoc Cárdenas han dado paso a una ruptura interna, pues ¿qué proyecto común tienen los perredistas como partido político? El Pacto por México, así como las cada vez más recurrentes alianzas con el PAN para ganar posiciones, le han costado caro al PRD al manejarlos como fines partidistas, tanto, que su panorama político se ve fuertemente limitado para 2018. Considero que una forma de recuperar sus bases ideológicas perdidas, sería alinearse con MORENA, partido que hasta el momento ha sabido diferenciarse de los demás.

También es deseable para no ser partido satélite del PAN.

19 junio, 2016

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