Waldemar Aguado / @Walo3_0
El domingo 19 de febrero se llevó a cabo la elección presidencial en Ecuador, donde el candidato, de Alianza PAIS, Lenin Moreno, tiene una clara ventaja sobre su rival más cercano, el conservador Guillermo Lasso, seguidos por la derechista Cynthia Viteri.
Para ganar la elección se necesita un 10 por ciento más que el segundo lugar, y tener al menos el 40 por ciento de la preferencia electoral.
En estos momentos, con el 88.6 por ciento escrutado, Lenín Moreno tiene el 39.12 por ciento, Guillermo Lasso el candidato-banquero tiene el 28.30 por ciento, mientras que Cynthia Viteri 16.31 por ciento.
Lenin Moreno, fungió como vicepresidente durante 6 años, es el candidato que le daría una continuidad al gobierno de Rafael Correa, prolongando la llamada Revolución Ciudadana, que inició en 2007, adoptando medidas anti imperialistas y creando alianzas al sur del continente.
En caso de no obtener el porcentaje requerido, se realizará una segunda vuelta entre los candidatos con mayor puntuación, anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE), quien agregó que el 100 por ciento de los escrutinios estarán dentro de 5 a 8 días.
Existe 5,49% de actas con inconsistencias numéricas, 0,30% sin firmas y 0,1% ilegibles se encuentran procesadas por juntas provinciales 2/2
— ANDES (@andesecuador) 20 de febrero de 2017
Durante la elección, también se eligieron, las Asambleas Provinciales, los Asambleístas nacionales, el Parlamento Andino, y se realizó una Consulta Popular, para juzgar a todo aquel político que tenga paraísos fiscales.
La elección de Moreno, serviría para el fortalecimiento del bloque generado por los gobiernos de Nicolás Maduro en Venezuela, Evo Morales en Bolivia o Tabaré Vázquez en el Uruguay, el llamado ciclo latinoamericano, con gobiernos progresistas.
Así como puede fungir como un rompimiento coyuntural en el proceso revolucionario de América del Sur, al sumarse a los gobiernos neoliberales que existen, como lo es del Mauricio Macri en Argentina, el Golpe de Estado de Temer en Brasil o a los gobiernos de Colombia, Perú y Chile.