Fútbol Rebelde.
Fue presentada en Buenos Aires, la Coordinadora de Hinchas. Con un panel compuesto de intelectuales, deportistas, socios e hinchas de diversos equipos que levantan la bandera de No a las Sociedades Anónimas Deportivas.
En el contexto político actual de Argentina, donde se produce una contraofensiva neoliberal que busca desechar los avances populares que se lograron tras los gobiernos de Nestor Kirchner y Cristina Fernandez, luego de la crisis económica y social del 2001. Mauricio Macri, liderando esta contraofensiva, también quiere privatizar el fútbol argentino, al impulsar un proyecto para permitir que las instituciones sean controladas por empresas, como si fuera una solución mágica a la crisis del fútbol argentino.
“Si el mundo aceptó la figura de las Sociedades Anónimas, el fútbol argentino la tiene que aceptar”. Con el viejo -y débil- argumento que sostiene que el camino a seguir siempre es el que toma la mayoría, Macri defendió la semana pasada su idea de permitir el ingreso de capitales privados a los clubes, una propuesta que intenta impulsar desde sus tiempos de dirigente de Boca.
Detrás del proyecto de Macri descansa la idea de que, tal como están organizados actualmente -bajo la figura de “entidades sin fines de lucro”-, los clubes están condenados a la crisis. Y que la única manera de ordenar las endebles economías es a través de una administración empresarial. No es una cuestión de los desmanejos de los dirigentes, sino de la estructura. Y más allá de que son sobrados los ejemplos que demuestran lo contrario, tanto a nivel local como en el plano internacional, la cuestión a tener en cuenta son los riesgos que implica entregarle la propiedad de una institución a un individuo. Porque, a fin de cuentas, eso es lo que significa la privatización: que los colores, la cancha, el escudo, todo, pase a tener un dueño, situación que va completamente en dirección contraria a la tradición histórica de los clubes deportivos y sociales en Argentina: un rol social, comunitario y de desarrollo popular, sobre todo a nivel territorial, en los barrios y pueblos argentinos. Un rotundo “No a las SAD”, sin tibieza alguna, es la bandera que levanta la coordinadora de hinchas recién conformada.
COMUNICADO DE PRESENTACIÓN COORDINADORA DE HINCHAS
Los clubes sociales y deportivos son el corazón de la historia cultural argentina del último siglo. No son simplemente equipos de fútbol, son sociedades sin fines de lucro que nos permiten socializar y encontrarnos para realizar actividades recreativas, formativas y de inclusión. La historia de nuestros barrios, de nuestras ciudades y de nuestro país en su conjunto está marcada por éstos y queremos que pueda seguir siendo así. Pero hoy las instituciones deportivas están en la mira de nuevos y viejos empresarios y políticos que sólo piensan en ganancias y pérdidas en términos económicos, ya sea para beneficio personal o para el de sus amigos y/o socios.
Una parte de la dirigencia intenta justificar que estas asociaciones ya no pueden financiarse y que el Estado no debería subsidiarlas porque son “gastos” menos importantes que otros, responsabilizando a dicho financiamiento del abandono de escuelas u hospitales, y de la ausencia de políticas públicas que garanticen derechos.
Por eso quieren hacernos creer que los problemas económicos de los clubes sólo se resuelven privatizándolos o vendiéndolos. En otras palabras, transformándolos en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en donde unos pocos hagan grandes negocios con nuestra pasión y con el amor que sentimos por nuestros clubes. Este proyecto privatizador podría generar consecuencias irremediables, vaciando las instituciones de pibes y pibas que colman las sedes, desfinanciado toda disciplina que no genere ganancias y, principalmente, quitando a los socios y socias la posibilidad de tomar decisiones sobre lo que es nuestro. Los dueños de la pelota están dispuestos a seguir avanzando. Esto ya lo han demostrado al intervenir la AFA y retornando a la idea que sólo debe ver fútbol quien lo pueda pagar. Tal es así que Turner Latinoamérica, conglomerado transnacional privado con canales como CNN, TNT, Space e I-Sat, entre otros, ya ofertó para hacerse cargo de la televisación del fútbol argentino, con la intención de armar un poderoso monopolio con poder sobre los clubes, como ya hizo Sky en Inglaterra. Todavía no tenemos certeza de lo que va a suceder, pero el anuncio estatal de desfinanciar el Fútbol Para Todos a partir de Enero de 2017 no es un buen augurio.
Aunque intenten maquillarlo, consideramos que la Superliga sería el primer paso que quieran dar para crear el clima y el contexto indicado para que la única salida de los clubes sea vender. Si bien todavía no hay claridad sobre el estatuto de la misma, tememos que repercuta financieramente en los clubes, principalmente en aquellos que cuentan con menos recursos, ya que con el control de la televisación y el reparto de esos ingresos de manera todavía más despareja, el camino propuesto terminaría siendo muy simple: armar un torneo de élite en el cual todo club que quiera participar pero no le cierren los números, tenga que recurrir a la privatización.
Con el objetivo de generar el consenso privatizador, se puso en marcha una campaña mediática y política para convencernos de los supuestos beneficios que las SAD aportarían a nuestros clubes, a pesar de tener los suficientes ejemplos que demuestran todo lo contrario. Esto queda reflejado en la gran cantidad de compañías privadas, nacionales e internacionales, que quebraron las instituciones sin que nadie se hiciera cargo de las consecuencias, más que el propio club.
Las SAD son una propuesta de empresarios que se disfrazan de dirigentes para hacer negocios. Corruptos y antidemocráticos que utilizan a nuestros clubes como si fuesen sus propias empresas y como trampolín hacia la política provincial y nacional, olvidando que los clubes son de los socios, socias e hinchas en general. Como si fuera poco, también buscan hacernos creer que es la política la que le hace mal al deporte, la que genera corrupción. Sin embargo, estamos convencidos que es la mala política la que lastima a los clubes. Son los políticos corruptos, los empresarios, representantes y los grandes medios de comunicación los que piensan primero en sus negocios y después en nosotros. Consideramos que dejar en manos de cada club la posibilidad de privatizarse o no, es la ya conocida premisa que indica “Divide y triunfarás”. Los ejemplos están a la vista, en cada club donde la Asamblea o las tribunas se pudieron manifestar, el consenso contra las Sociedades Anónimas fue contundente. Sin embargo, el proyecto sigue en agenda y lo instalan cada vez con más precisión porque hasta ahora no habíamos logrado hacer oír nuestra voz, ni instalar una propuesta superadora. Por eso tenemos la firme convicción de involucrarnos, unir nuestras fuerzas y reafirmar que es necesaria una política hecha por y para los socios y socias, esa que consideramos indispensable como herramienta transformadora.
Creemos que es necesaria una mayor participación, democracia y organización con el fin que nuestros clubes vuelvan a ser lo que alguna vez fueron y que nuestro fútbol nos vuelva a enamorar. Instamos a todos los hinchas y socios participar de las asambleas, hoy más que nunca es indispensable que nos organicemos y que disputemos el rumbo y la gestión de nuestros clubes. Nosotros también entendemos que necesitamos un cambio, que así no podemos seguir, pero la opción no puede ser privada o individual sino colectiva y pública. O reconstruimos los clubes desde abajo y entre todos o vamos a terminar en estadios con nombres de alguna empresa de comida rápida o de aerolínea.
A partir de esta problemática se forma la Coordinadora de Hinchas, personas que decidimos organizarnos porque amamos a nuestros clubes y estamos dispuestos a defenderlos. A defender no sólo su fútbol, sino también cada disciplina deportiva, cultural y social que en ellos se desarrollen. Por eso, esto no es una cuestión de un club en particular o de una institución, esto es un problema social.
Esta Coordinadora nace desde el espíritu colectivo que busca alejar a las garras empresariales de nuestra pasión, esa que forma parte de nuestro día a día, la que heredamos de nuestros viejos, las que nos regaló nuestro barrio, esa por la que tantas veces reímos o lloramos. Somos socios, socias e hinchas que hacemos vida en los clubes y de esos colores nuestra vida. No dejemos que nos roben lo que más amamos.
POR LA PARTICIPACIÓN REAL DE LOS Y LAS HINCHAS EN CLUBES
NO A LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS DEPORTIVAS
NO AL MONOPOLIO TELEVISIVO PRIVADO CON INJERENCIA EN EL FÚTBOL
NO A LA CORRUPCIÓN EN LA AFA