Por: Mariana Morales
Pantelhó.- En este municipio de los Altos de Chiapas, los tsotsiles se convirtieron en soldados. Vigilan que el crimen organizado no regrese y las mujeres desde el pasillo de la presidencia y plaza que convirtieron en cocina, preparan los alimentos para estos vigilantes que dicen buscan ahuyentar a los “narcos”.
La estrategia dicen que les funcionó. Desde hace ocho días cuando bloquearon la entrada y los pobladores se desplegaron en las calles replegando a soldados y a elementos de la Guardia Nacional en la entrada al poblado, dicen que no hay hombres armados ni disparos al aire.
El pasado martes algunos indígenas de las comunidades cercanas ya se asomaron a la plaza a vender sus verduras y seis comercios del centro con venta de comida preparada abrieron sus puertas, tras una casi una semana de estar cerrados.
Un solo vehículo de la Sedena recorre los alrededores de la plaza, no se acercan a dónde está el romerío de gente.
A cinco minutos de la entrada al poblado, soldados y elementos de la Guardia Nacional siguen replegados.
Estos indígenas controlan el paso de quien entra y quién sale, quien no puede o no quiere hacer guardia, puede pagar a alguien más para que lo sustituya, el punto es seguir con la vigilancia, explica una mujer.
Otros habitantes, no saben cuántos, quienes huyeron desde el pasado jueves 8 de junio cuando hombres armados sitiaron el municipio, no han retornado.
Algunos pobladores dicen que esperan que regresen este jueves, pero un poblador desplazado dijo que no saben cuándo lo harán.
Las mujeres cuentan que varias personas tienen dolores de cabeza y la presión alta, sienten que les dio diabetes por el susto del día del desplazamiento.
El precio que han tenido que pagar de este encierro, es que no han ido a trabajar a la milpa, en el comercio y el transporte público para llegar a este municipio dejó de transitar, quien quiera acercarse lo tendrá que hacer transbordando pasando por Chenhaló.
Los Tsotsiles no desisten, entran y salen del edificio municipal que fue tomado y donde colgaron una lona negra con la leyenda: Autodefensas del pueblo El Machete, municipio de Pantelhó, Chiapas, México.
Un habitante dice que es la única manera de que los volteen a ver, tras varios documentos que enviaron a los alcaldes pasados como una manera de pedir auxilio, pero fueron ignorados.
A un lado del edificio acumulan leña y una lona para cubrirse del sol cuando las indígenas preparan sus alimentos para los vigilantes. Otros dos campamentos similares están en la plaza del pueblo.
Este día, las mujeres no durmieron, se desvelaron preparando los alimentos para recibir a los reporteros, y personal del gobierno del estado.
A los primeros, a manera de agradecimiento “por llevar la información ante el gobierno estatal y federal”, dice una lona que colgaron en un vehículo.
A los segundos por haber llegado a escuchar las peticiones que en conjunto redactaron los habitantes de este pueblo.