Patricia Monreal / @Michoacan3_0
Morelia, Michoacán.-Una constante metamorfosis es la que sufren en Michoacán los recursos destinados al campo, los cuales están al contentillo de las autoridades en turno, y atados a las proyecciones políticas de cada administración.
Pese a que la agricultura, la explotación de animales, los aprovechamientos forestales, pesca y caza mantienen una ligera alza en su aportación al PIB estatal, en comparación con otras actividades como la minería o los servicios de alojamiento temporales y de preparación de alimentos van a la baja, la inversión para el sector agrícola no ha sido una prioridad en los últimos presupuestos estatales.
Los recursos que se destinan a lo que hoy es la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario, generalmente registran subejercicios cada año, debido a que el presupuesto que se le destina no es utilizado en su totalidad 1.09 mil millones de 990 pesos, monto que remontó el recorte que se le dio en 2015 cuando el total fue de 823.1 millones de pesos luego de que en 2014 se le había designado el presupuesto más alto de su historia por 1.7 mil millones de pesos.
El año pasado al campo los 823.1 millones que presupuesto el Congreso no fueron reales, ya que a lo largo del año la dependencia fue sometida a recortes, por lo que–conforme a la Cuenta Pública Estatal 2015- los recursos con los que contó sumaron 813 millones 880.3 mil pesos.
En 2014 fue el año en que más presupuesto ha aprobado el Congreso para el campo en la entidad, cerca de mil millones más de lo que la tendencia anual registraba.
De esos 1.7 mil millones sobreestimados en el presupuesto todavía se le aplicaría una ampliación de 337 millones, los que se vieron difuminar cuando a la Secretaría se le aplicó un recorte de 1.08 mil millones de recorte a sus recursos, por lo que al final de cuentas su presupuesto real disminuyó para quedar en 985.04 millones de pesos.
La explicación del gobierno en la Cuenta Pública Estatal 2014 sobre la reducción de esos más de mil millones de pesos, era que una parte de recursos no presupuestales de Programas Convenidos Sagarpa-Sedru; otra del Fondo para la Infraestructura Social Estatal 2012 y del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas 2013; y el otros más recursos estimados no recaudados.
Es decir que por los subejercicios registrados en 2012 y 2013 el gobierno estatal esperaba que le fueran reembolsados por la federación los recursos no ejercidos, de ahí que los previera erróneamente dentro del presupuesto 2014.