Morelia, Michoacán.- Debe ser imperativo que los estados garanticen la posibilidad de vivir una menstruación de forma higiénica, íntima, cómoda, segura, saludable y digna, recalcó el diputado Antonio Madriz Estrada quien, este miércoles presentó una iniciativa en la materia para reformar la Ley de Educación del Estado.
Algunos datos manejados por el legislador en la propuesta refieren que en promedio una mujer utiliza al año un aproximado de 360 toallas sanitarias, las que multiplicadas por 38 años en que generalmente la menstruación acompaña a las mujeres, representa un total de 13 mil 680 toallas.
Dependiendo de la marca, apunta que el costo promedio por toalla sanitaria es de 2 a 3 pesos, lo que representa un gasto por mujer de 28 mil pesos a lo largo de su vida.
“En nuestro país, ninguno de los principales programas sanitarios ha realizado estudios sobre las necesidades de la mujer en la menstruación. Se debe hablar fuerte y claro, enfrentar los desafíos y las dificultades que enfrentan las mujeres durante su periodo menstrual. Debe ser imperativo que los estados garanticen a cada niña, adolescente, mujer u otra persona menstruante la posibilidad de vivir una menstruación de forma higiénica, íntima, cómoda, segura, saludable y digna”.
Refirió que no tener acceso a toallas sanitarias, tampones y/o copas menstruales, así como a información adecuada y a la atención médica especializada, sumado al estigma social sobre la menstruación, aumenta las probabilidades de ausentismo y deserción escolar, infecciones y precarización económica por lo tanto priva a las niñas, adolescentes u otras personas menstruantes acceder a un derecho tan básico como la educación.
Explicó que la pobreza menstrual se refiere a la falta de acceso a productos sanitarios, educación sobre higiene menstrual, acceso a inodoros propios, acceso al agua, instalaciones para lavarse las manos y/o gestión de residuos.
“Muchas niñas, viven su primera menstruación, en el transcurso de su educación primaria y en muchas ocasiones carecen de productos adecuados y algunas veces de un espacio seguro e íntimo para cambiarse y asearse”.
Con base a una encuesta de la UNICEF México, SIPINNA, COPRED, Girl Up, Essity y #MenstruaciónDignaMéxico, refirió que de mil 559 niñas y niños que fueron encuestados el 25% contestó que no cuentan con sanitarios o baños privados en las escuelas, lo que se implica que las niñas no cuentan con un espacio adecuado para cambiarse durante su periodo menstrual.
“Muchas de ellas sufren humillaciones en el aula, debido a la deficiente preparación y desinformación, tanto propia como del entorno que las rodea. Generalmente existe un miedo a mancharse y al qué pensarán los demás, sin que tengan oportunidad de contar con las mínimas condiciones para la gestión de su menstruación, tanto en el ámbito personal, familiar, de la comunidad estudiantil y del comunitario más amplio”.
Consideró increíble que un proceso fisiológico por el que todas las mujeres atraviesan represente un obstáculo para el ejercicio a derechos humanos, “la carencia de recursos económicos se refleja en la desigualdad de género al momento de la menstruación y es reiterativo mes con mes”.