Morelia, Michoacán.-En Michoacán permanece estancado en el Congreso local el reconocimiento constitucional del agua como derecho humano, esto pese a que desde hace un año la Comisión de Puntos Constitucionales dictaminó el “ha lugar” a la iniciativa presentada en 2015 por la diputada Belinda Iturbide Díaz.
El asunto permanece atorado debido a que la Comisión legislativa de Derechos Humanos no ha convocado para la dictaminación del asunto.
Cabe apuntar que este miércoles 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, en un mundo compuesto en un 71 por ciento por el vital líquido, porcentaje del cual sólo el dos por ciento es agua dulce.
En la iniciativa presentada en noviembre de 2015, Iturbide Díaz argumenta que si bien en nuestro país el derecho humano al agua se encuentra reconocido, en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo cuarto, es necesario que en la Constitución del Estado, el agua se implemente como un derecho humano porque significaría que cualquier persona cuente con este beneficio, para obtener una mejor calidad de vida.
“En nuestro Estado, la escasez de agua para consumo humano es una de las problemáticas que viven las comunidades rurales, donde tienen que recorrer grandes distancias para obtener una poca de agua para su familia, para poder sobrevivir. Aunado el problema de que no se cuenta con un adecuado servicio de alcantarillado, trayendo como consecuencia un constante peligro de salubridad, lo cual provoca que se desarrollen enfermedades e infecciones en los habitantes de esas comunidades alejadas que no cuentan con dichos servicios”, refiere la legisladora.
De acuerdo con datos del Centro Virtual de Información del Agua, en México, 77 por ciento del agua se destina a la producción agropecuaria, 14 por ciento al abastecimiento público (hogares e industria conectada a la red de distribución) y 9 por ciento a la industria autoabastecida.
Alrededor de 40 por ciento del agua se desperdicia debido a riego ineficiente, fugas y malos hábitos de consumo.
Agrega el Centro que el agua que circula por los ríos, lagos y acuíferos, proporcionada por la naturaleza y sus ecosistemas, es la que tenemos disponible para nuestras actividades económicas y domésticas, “en México, en 50 años se perdió más de la mitad del agua dulce disponible debido al desperdicio y a la contaminación”.
La sobreexplotación de 102 de los 653 acuíferos con los que cuenta el territorio nacional, los cuales representan más de la mitad de la extracción de agua subterránea en el país, ha colocado a México en una crisis del líquido.