“Estados Unidos no sería potencia mundial sin los migrantes mexicanos”, exclamó la presidenta Claudia Sheinbaum en su gira de trabajo en Zirahuén, comunidad indígena de Michoacán.
Tras el arranque del programa nacional e fertilizantes, la mandataria mexicana apuntó al valor de los migrantes como fuerza de trabajo que ha consumado el desarrollo económico del país vecino del norte.
En concreto; aseguró que los migrantes solo envían en remesas un 20% de los recursos que generan con su esfuerzo, el resto se quedan como pago de impuestos y servicios.
“El 80% del esfuerzo se queda como impuestos en Estados Unidos. Las remesas son una fuente importante para las familias mexicanas pero también lo es para la economía norteamericana”, manifestó la mandataria.
Destacó que durante su gestión se buscará impulsar la creación de espacios laborales para recibir a los migrantes que se vean afectados por la deportación y las nuevas políticas del presidente Donald Trump.
Con este evento, concluyó la gira de dos días de la mandataria mexicana. No obstante, prometió arrancar otros programas para el campo en marzo próximo, específicamente en el municipio de Cuitzeo.
El programa Sembrando Soberanía buscará atender las necesidades crediticias de los campesinos.