Bomberos en California enfrentan una batalla contra incendios forestales impulsados por intensos vientos, los cuales han devastado áreas de Los Ángeles, destruido viviendas y generado un caos vial mientras decenas de miles de personas buscan refugio. Las autoridades advierten que la situación podría agravarse durante las primeras horas del miércoles.
Uno de los incendios, iniciado el martes por la tarde cerca de una reserva natural al noreste de la ciudad, avanzó con tal rapidez que obligó a evacuar de emergencia a una residencia de ancianos. Docenas de residentes, incluido un hombre de 102 años, fueron trasladados en sillas de ruedas y camas de hospital hacia un estacionamiento. Ahí, con ropa de dormir y bajo un cielo teñido de rojo por las llamas, esperaron entre brasas hasta que llegaron ambulancias, autobuses y vehículos improvisados para llevarlos a un lugar seguro.
En paralelo, otro incendio golpeó el exclusivo vecindario de Pacific Palisades, hogar de numerosas celebridades. El caos fue tal que muchos habitantes, desesperados por escapar, abandonaron sus autos en carreteras colapsadas y huyeron a pie con maletas en mano. El tráfico detenido bloqueó el paso de vehículos de emergencia, obligando al uso de excavadoras para despejar los automóviles abandonados y abrir camino hacia las zonas afectadas.
Mientras las llamas continúan avanzando, los recursos de emergencia están siendo llevados al límite, dejando a Los Ángeles en un estado de incertidumbre y tensión.