La violencia contra las mujeres en Michoacán es una realidad, para ejemplo el panorama vivido a lo largo de este 2019 en donde los feminicidios no paran, las denostaciones de funcionarios son solapadas, el acoso no es combatido de manera efectiva, y las agresiones son realidad cotidiana.
Este lunes 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en un contexto de adversidad no sólo estatal sino nacional hacia las más de 61 millones de mujeres que viven en el país.
Golpeadas y heridas con arma blanca, los cuerpos de tirados en un lote baldío en Capula de dos jóvenes una de 20 y 25 años, hace poco más de diez días ejemplifica la violencia cotidiana de las mujeres en Michoacán que acaban en feminicidios. Sus muertes forman ya parte de la estadística y los casos sin resolver que van acumulándose en los archivos de la Fiscalía General del Estado.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportaba hasta octubre pasado sólo nueve feminicidios en Michoacán, con julio y octubre como los meses con mayor número de casos registrados, un total de tres cada uno.
La Fiscalía General del Estado reportaba la semana pasada un total de 160 homicidios de mujeres registrados en lo que va del año, aunque en su mayoría éstos no son catalogados como feminicidios.
De acuerdo con los datos del INEGI, en 2018 se registraron 184 defunciones por homicidio de mujeres, el más alto registrado en los últimos 29 años (1990-2018), lo que en promedio significa que fallecieron cuatro mujeres semanalmente por agresiones intencionales.
Los homicidios contra mujeres no distinguen condición social o edad, y debido al contexto de violencia por la que atraviesa México y en particular Michoacán, la brutalidad con que son cometidos ha dejado de generar un gran impacto social que devenga en presión a las autoridades para que resuelvan los casos.
Ahora las víctimas carecen de nombre incluso de pila, ahora María, Laura, Ana, Graciela o Luz, pasan a ser enlistadas como “mujer” o “menor de edad”, cuando para hablar de sus homicidios son consignadas por autoridades y medios de comunicación, restando con ello empatía sobre sus casos.
Tal es el caso de una niña de once años que en mayo pasado fue asesinada en Las Trojes, en el municipio de Pátzcuaro quien, tras ser violada fue degollada, presuntamente por su medio hermano.
La violencia contra las mujeres es cotidiana, ni el cúmulo de normas y reformas legales que se han promovido en Michoacán la inhiben. El pragmatismo político de usar la violencia contra la mujer en busca de dividendos electorales, promoviendo reformas, programas, pronunciamientos, eventos, fotos y más fotos de primera plana, no ha manguado la realidad que día a día padecen miles de michoacanas.
Las estructuras públicas son permisibles con los casos de violencia a mujeres, ejemplo claro de ello es el caso del subdelegado del ISSSTE en Michoacán, José Manuel Mireles Valverde quien tras calificar a las concubinas de los derechohabientes como “pirujas”, y recibir la condena pública de activistas y mujeres políticas en Michoacán, no sólo no fue separado de su cargo, sino que semanas después se permitió calificar a las mujeres como “nalguitas”. Hasta el momento permanece sin mayor contratiempo en su cargo.
Los temas de acoso sexual también se han convertido en motivo de atención pública, fundamentalmente en instituciones educativas como la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en donde sólo la determinación de las alumnas para denunciar la situación ha logrado poner el asunto en la agenda pública, ya que aún y cuando era conocido el problema jamás se le dio la atención debida.
De acuerdo con ONU Mujeres, en México en promedio se asesina a una mujer cada 24 horas, y el grado de agresividad con que se les mata cada vez es mayor. Las cifras de las autoridades mexicanas son más alarmantes.
México es la segunda nación del mundo exportadora de mujeres a otras naciones, sólo por debajo de Rusia. Y es que nuestro país se encuentra entre los 20 del planeta que más número de emigrantes mujeres registra. Michoacán es el segundo estado de la República con mayor flujo migratorio, lo antecede solamente el Distrito Federal.
Lo anterior conforme a los datos del Anuario de Migración y Remesas elaborado por la Secretaría de Gobernación y el Consejo Nacional de Población, en coordinación con la Fundación BBVA Bancomer.
