Redacción / @Michoacan3_0
A favor de dejar de buscar la paz entre dos países rivales y mejor mantener la paz en todo el mundo, se pronunció el ex presidente de Cuba, Fidel Castro, ante la epidemia del ébola en África Occidental y que podría extenderse en Estados Unidos.
Ante este panorama, Castro brindó ayuda a las autoridades norteamericanas encabezadas por Barack Obama y combatir la enfermedad que está afectando a miles de personas en el mundo.
En un artículo publicado en Granma, Castro señala que con gusto Cuba cooperará con el personal norteamericano para luchar en contra de la epidemia “Gustosamente cooperaremos en esa tarea, y no en búsqueda de la paz entre los dos Estados que han sido adversarios durante tantos años”.
A continuación el artículo de Fidel Castro:
La hora del deber
No tardó nuestro país un minuto en dar respuesta a los organismos internacionales ante la solicitud de apoyo para la lucha contra la brutal epidemia desatada en África Occidental.
Es lo que siempre ha hecho nuestro país sin excluir a nadie. Ya el Gobierno había impartido las instrucciones pertinentes para movilizar con urgencia y reforzar al personal médico que prestaba sus servicios en esa región del continente africano. A la demanda de Naciones Unidas se dio igualmente respuesta rápida, como se ha hecho siempre ante una solicitud de cooperación.
Cualquier persona consciente sabe que las decisiones políticas que entrañan riesgos para el personal, altamente calificado, implican un alto nivel de responsabilidad por parte de quienes los exhortan a cumplir una peligrosa tarea. Es incluso más duro todavía que la de enviar soldados a combatir e incluso morir por una causa política justa, quienes también lo hicieron siempre como un deber.
El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano, sobre todo cuando no está movido por interés material alguno. Sus familiares más allegados también aportan a tal misión una parte de lo más querido y admirado por ellos. Un país curtido por largos años de heroica lucha puede comprender bien lo que aquí se expresa.
Todos comprendemos que al cumplir esta tarea con el máximo de preparación y eficiencia, se estará protegiendo a nuestro pueblo y a los pueblos hermanos del Caribe y América Latina, y evitando que se expanda, ya que lamentablemente se ha introducido y podría extenderse en Estados Unidos, que tantos vínculos personales e intercambios mantiene con el resto del mundo. Gustosamente cooperaremos con el personal norteamericano en esa tarea, y no en búsqueda de la paz entre los dos Estados que han sido adversarios durante tantos años sino, en cualquier caso, por la Paz para el Mundo, un objetivo que puede y debe intentarse.
El lunes 20 de octubre, a solicitud de varios países del área, tendrá lugar una reunión en La Habana con la participación de importantes autoridades de los mismos que han expresado la necesidad de dar los pasos pertinentes para impedir la extensión de la epidemia y combatirla de forma rápida y eficiente.
Los caribeños y latinoamericanos estaremos enviando también un mensaje de aliento y de lucha a los demás pueblos del mundo.
Ha llegado la hora del deber.