Son 34 muertos, seis de ellos decapitados, y 32 heridos, el saldo de la masacre que se registró la madrugada del jueves en el penal ‘Las Cruces’ en Acapulco, según un informe interno la Fiscalía General del estado (FGE).
Al principio el gobierno que encabeza Héctor Astudillo Flores intentó mantener oculto el asesinato de los presos, primero reveló que durante un motín cinco personas habían sido acribilladas, sin embargo medios locales hablaban de seis. Horas más tarde se confirmó la muerte de 28 internos, además de tres lesionados.
De acuerdo a información de Proceso, el informe de la Fiscalía contradice las declaraciones del mandatario estatal, quien públicamente informó que eran 28 y no 34 los muertos.
Además dijo que se uso un arma calibre .38 súper para quitarles la vida a los presos, sin embargo el documento de la FGE en manos de Proceso indica que también fueron utilizados fusiles AR-15 y AK-47 porque en la escena del crimen masivo se embalaron casquillos calibre .223 y 7.62.
“El gobierno de Astudillo intentó ocultar la cifra real de víctimas para evitar un escándalo mayor ante la crisis de inseguridad y violencia que exhiben el nivel de colusión de autoridades con la delincuencia en Guerrero”, señala la publicación.