El centro del huracán Beryl avanzaba amenazadoramente hacia Jamaica el miércoles, después de arrancar árboles, volar techos y destruir granjas mientras abría un camino destructivo y lleno de agua a través de islas más pequeñas en el Caribe en los últimos días.
El número de muertos por el poderoso huracán de categoría 4 aumentó a por lo menos nueve, pero se espera que suba a medida que las comunicaciones vuelvan a funcionar en islas dañadas por inundaciones y vientos mortales.
“Todo está destruido, no hay nada más en Palm Island”, dijo Katie Rosiak, directora general del Palm Island Resort en San Vicente y las Granadinas, una de las zonas más afectadas del Caribe oriental.
“Necesitamos ayuda para todos”, sostuvo en una breve llamada telefónica, negándose a confirmar que un empleado del hotel había fallecido.