Las dependencias que conforman la Mesa de Seguridad Ambiental, realizaron un operativo al sur de la capital michoacana, donde se desinstalaron cuatro huertas ilegales que afectan la zona de recarga del Lago de Cuitzeo, uno de los lagos más grandes del país pero que está agonizando por falta de recarga de agua, azolve generado por el arrastre de lodo y por otros motivos relacionados con la contaminación que ocurre en la zona de recarga que abarca más de 80 mil hectáreas de la sierra que rodea a este lago.
Fue por ello que siguiendo con los trabajos de desarticular huertas que no cuentan con permisos de cambio de uso de suelo, la Mesa de Seguridad Ambiental tomó cartas en el asunto para ayudar a la preservación de los recursos naturales, de los que dependen más de un millón de habitantes que viven en la Cuenca del Río Chiquito, y que se extienden desde las comunidades del sur de Morelia, hasta el valle de Morelia-Queréndaro.
En esta región los operativos arrancaron con la desarticulación de siete hectáreas de cultivo de aguacate y donde existe una clara evidencia de que hace no más de dos años allí había un bosque de pino y encino. Este tipo de acciones seguirá realizándose de manera permanente hasta recuperar las tierras de vocación forestal y obligar a los infractores a que reforesten las tierras que talaron.
Durante el operativo se despalmaron tres mil 500 plantas de aguacate de entre dos y tres años de edad, y se deshabilitaron dos hoyas de agua, una con seis mil metros cúbicos de capacidad, y otra con tres mil metros cúbicos de almacenamiento; este tipo de sistemas son los que impiden que el agua corra por sus causes naturales y cada día sea menor la infiltración que recibe el acuífero de Morelia.
Una de las afectaciones más sentidas por uso indebido de los recursos naturales, es la desecación cíclica del Lago de Cuitzeo, por eso las instituciones que conformamos la Mesa de Seguridad Ambiental, arrancaron operativos para desmantelar huertas ilegales y ollas de captación de agua que se localizan en la parte sur de la capital michoacana, entre los linderos de Morelia y Villa Madero, donde se estima, comienzan los escurrimientos naturales que constituyen el sistema del Rio Chiquito y Depresiones Aledañas.