Derechos Humanos


La prensa también contribuye a que tragedias queden en el olvido: víctima de abuso sexual por el Ejército

  /  Revolución TresPuntoCero

“Yo decidí dar a conocer mi historia de cómo abusaron de mí elementos de las Fuerzas Armadas, una realidad que en los últimos años se ha intensificado en el norte del país, pero a quienes acudí me dijeron ‘tiene un año, eso ya no es nuevo, eso ya pasó, mejor olvídate, las cosas se hacen en el momento’. Parece que porque haya pasado más de un año o dos o tres a mí se me va borrar lo que me hicieron”, asegura una joven víctima entrevistada por Revolución TRESPUNTOCERO anteriormente.

Hace más de 11 años Silvia Stephanie Sánchez Viesca-Ortiz, desapareció antes de subir al transporte público que la llevaría a su casa, la inculparon de ser pareja sentimental del narcotraficante Heriberto Lazcano Lazcano, pese a que se comprobó que esa información era errada, los medios no rectificaron, ni dieron seguimiento a la historia.

Rubén Limón, de 17 años, fue secuestrado y desaparecido por una banda criminal respaldada por la policía municipal de Saltillo (estado de Coahuila) el 13 de marzo de 2011, junto con José Juan Espericueta y Jesús Fernando Castillo Gallegos. En el momento de redactarse este documento, cuatro agentes de la policía judicial detenidos en relación con el delito habían quedado en libertad en virtud de un recurso de amparo.

“Los anteriores son casos que con el paso de los meses, ya ni siquiera los años, se van quedando en el olvido. Los medios de comunicación, principalmente los impresos, definen la importancia de un caso de ausencia forzada, ejecución extrajudicial o tortura, dependiendo cuánto tiempo haya pasado desde el hecho. Porque bajo la idea que el periodismo es ‘inmediatez’, en muchos casos se ha usado para despreciar historias que finalmente son piezas del gran patrón crónico de impunidad de la que goza gobierno, Fuerzas Armadas y delincuentes por igual.

Trabajo con casos de desaparición forzada y ejecución extrajudicial, cuando se intenta contar la historia a los medios, si yo digo que el hecho pasó hace cinco años, ‘me agradecen’ y me dicen ‘yo me comunico con usted’, en estas circunstancias solamente podemos decir que principalmente los impresos, se comportan en forma bastante similar a las dependencias encargadas de impartir justicia y resarcir daños a las víctimas o sus familiares, en lo único que contribuyen es al olvido”, asegura Revolución TRESPUNTOCERO la socióloga Andrea Puente, experta en seguridad y violencia castrense.

Según un informe de Human Right Watch, organismo que se ha dedicado a la documentación de casos de desaparición forzada, asegura que las autoridades no adoptaron medidas exhaustivas para buscar ni investigar los hechos, siendo los primeros pioneros en el olvido a estos casos, al grado de minimizarlos por ser ‘ya antiguos’.

Por su parte, Amnistía Internacional sostiene que los casos de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales tienen en su mayoría, lugar en estados donde en los últimos años ha habido elevados índices de violencia delictiva y se ha intensificado la presencia de la policía y las fuerzas de seguridad. Entre estos estados cabe mencionar a Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Michoacán y Guerrero, sin embargo son pocos los medios que se atreven a darle difusión a las de por sí pocas familias que se atreven a contar su historia.

“Lamentablemente hasta algunos organismo civiles cuando se enteran que los casos fueron hace cinco o diez años, se alejan o no dan el apoyo adecuado, desaniman a las víctimas o familiares y les piden ‘dejarlo por la paz’, nos ha tocado padecerlo en la comunidad.

En otras ocasiones las autoridades también dicen que nos dejemos de hacernos las ‘busca pleitos’, porque pasó hace mucho tiempo, y quienes podrían ser los culpables ya ni están en el poder o ya no son parte de ese batallón, que por eso nada más vamos hacerles perder el tiempo, por todos lados nos hacen menos, si no pasó ayer, no importa ya”, asegura la joven.

“El Estado siempre buscará que se olviden sus errores y los daños causados, ayudados por la prensa han reforzado el rompimiento del tejido social y la deshumanización, ante casos donde el verdadero impacto debería estar en que cinco, diez, veinte o tres años después una publicación lo da a conocer, porque no ha sido solucionado y apenas ha salido a la luz.

Lamentablemente si pasa con las grandes (debido al número) violaciones a derechos humanos como el 68, Acteal hace 18 años, la masacre en Simojovel, Atenco, por mencionar solamente pocos casos, fácilmente se acalla a una sola víctima, así haya perdido a toda su familia, su propiedad, su vida entera, porque para muchos periodistas o empresarios periodistas, lo reciente pesa más que la exigencia de justicia”, afirma Puente.

También asegura que en México el 80 % de las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, queda en el olvido, derivado que se aceptan, pero no se da un seguimiento para que se cumplan -probablemente ni obligación existe-, “pero es que tampoco vemos reportajes que hayan seguimiento a una sola recomendación y cuál fue el resultado, qué excusas puso la dependencia y cuál fue el papel de la CNDH ante esto.

El periodismo debería tener un compromiso social, más que comercial, se entiende las circunstancias por las que atraviesan los medios y los reporteros, pero en muchos casos se ha llegado al nivel de cinismo, que prefieren seguir sacando notas sobre la marca de las camisas de un narco recientemente atrapado que voltear a ver qué más ha pasado en el país en desgracia”.

Por su parte, la joven víctima asegura que si su caso y el de muchas mujeres violentadas sexualmente por Fuerzas Armadas, o los jóvenes que desaparecen o a quienes los asesinan a quemarropa fueran tan mediáticos como Ayotzinapa, “posiblemente ya hubiéramos sido, al menos conocidos, por nuestras tragedias, e incluso ellos de no resolverse los hechos, con el paso del tiempo se van a ir quedando en el olvido, porque en la apuesta del gobierno de resolver todo por medio del olvido, la prensa también contribuye. A nosotros nos menosprecian por no ser ‘recientes’”.

15 enero, 2016
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