Rodrigo Caballero / @RodCaballero
En Santa María de Guido el proceso legal se alarga, la autonomía se pierde y los servicios se encarecen; a pesar de las protestas y la inconformidad de los vecinos, a más siete meses del cambio de estatus de tenencia a colonia, el Ayuntamiento de Morelia, sigue ignorando los reclamos.
El 27 de marzo, como un logro más del Cabildo de Morelia, los medios locales y la prensa del Ayuntamiento, informaron que las tenencias de Santa María de Guido y José María Morelos dejaban de existir para convertirse en dos mega colonias más de la capital michoacana.
El cambio se debió, según el comunicado, a los “grandes problemas por deficiencias en la infraestructura vial, así como las insuficiencias en los servicios de dotación de agua potable y alcantarillado”. Luego, el 28 de marzo, el decreto, se publicó en el Diario Oficial del Estado de Michoacán.
Según el Cabildo de Morelia, el cambio de estatus le permitiría a la Auditoría Municipal dar una mejor atención a las necesidades de los habitantes e incluso adherir a la zona en los programas municipales de acciones, obras y servicios.
Sin embargo, a casi ocho meses del cambio de estatus, los habitantes de Santa María niegan que haya nuevos programas municipales en la zona o que sus quejas se procesen más rápido, “más bien es un caos porque ni la jefatura de tenencia está funcionando bien” advirtieron los vecinos.
“El Ayuntamiento miente”
En la oficina del jefe de tenencia, el único cambio fue una pequeña placa que dice “Suma de Voluntades” y aunque hay vecinos que se enteraron varios meses después del cambio, lo que sí notaron de inmediato fue el aumento de los servicios de agua y predial.
La señoras no dudan en sacar los recibos de agua para demostrar que lo que dicen es cierto, “el agua aumentó casi 200 pesos” en cuestión de tres meses.
Durante la conferencia de presa, José Guadalupe Carrasco mostró un recibo de agua que incrementó de 526 a 765 pesos y uno de predial que había aumentado de 800 a 1469 pesos, con lo que demostró que “el Ayuntamiento está mintiendo porque nos dijo que los costos de los servicios no iban a aumentar”.
Otro costo es la autonomía que perdió la tenencia al dejar de serlo, bajo ese estatus -el de tenencia- Santa María podía tomar sus propias decisiones y las medidas que se implementaban tenían que ser consultadas con los ciudadanos.
Hoy en día, los vecinos que quieran solucionar problemáticas no pueden llevar sus quejas ante el jefe de tenencia, lo que ahora implica traslados de hasta 6 kilómetros hasta las oficinas del Ayuntamiento y procesos burocráticos más largos.
Para José Guadalupe Carrasco, la pérdida de autonomía les afecta no sólo a corto plazo, “lo que va a pasar es que se va a encarecer la tierra y los servicios (…) todos sabemos que es una zona de conflicto por estar cerca de Altozano y hay negociaciones que se hacen por debajo de la mesa” asegura el abogado.
Hasta los muertos la pagan
Uno de los símbolos de autonomía de Santa María de Guido es su panteón tradicional que con el cambio de estatus podría transformarse en Panteón Municipal; el problema es que actualmente no hay pagos anuales y los costos de los servicios que ofrece son mucho menos costosos que los que ofrece el Gobierno Municipal.
Por eso, los vecinos advierten que si el cambio continúa en marcha, esto afectará a los familiares de las personas que murieron y se encuentran enterradas en el recinto o a quienes hagan uso del panteón posteriormente.
De acuerdo con Ana Bertha Villa Venegas, una de las voceras del movimiento, el panteón está reservado para quienes son originarios de la tenencia puesto que “somos una tenencia originaria y nuestros servicios se hicieron para nosotros los habitantes”.
No obstante, con el cambio de estatus, el Ayuntamiento podrá disponer de las criptas y comenzar a cobrar los derechos de perpetuidad que nunca han pagado los habitantes.
Oídos sordos
El Movimiento 7 de Abril por Santa María AC, como su nombre lo dice, nació una semana después del cambio de estatus y está conformado con vecinos de la zona que se oponen a dicha medida.
Los primeros meses el movimiento tomó de manera concreta y simbólica la jefatura de tenencia en protesta pero después comenzaron a planear una estrategia jurídica a fin de revocar el decreto que afecta directamente a unas 170 mil personas en las 120 colonias que conforman ambas tenencias.
Los problemas internos en la ex-tenencia Morelos han impedido que su defensa se formalice y se una al movimiento 7 de Abril pero el abogado José Guadalupe Carrasco Cortés aseguró que “en la medida de lo posible hay un diálogo y un trabajo con el movimiento de tenencia Morelos (…) aunque a veces no coincidimos”.
Carrasco Cortés es vecino de Santa María y el abogado representante del movimiento 7 de Abril, él se ha encargado de llevar el caso a las dos instituciones que hasta el momento los han apoyado: el Tribunal Político Electoral y el Congreso del Estado de Michoacán.
Cortés afirmó que “el Tribunal (Político Electoral) nos apoyó directamente nos dijo ‘tienen la razón pero no podemos mover nada’ y lo que pasó es que entregamos documentación a destiempo (…) El Congreso (del Estado de Michoacán) unánimemente ya falló a favor del comité (en defensa de Santa María) y exhortó al presidente municipal (Wilfrido Lázaro Medina) para que retirara el decreto, sólo que no les ha hecho caso como a todos los exhortos que le han hecho”.
El pasado miércoles 5 de noviembre, el movimiento llevó su queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y se reunió con su visitador en Morelia Jaime Pérez Torres quien prometió un pronunciamiento sobre el caso antes que finalice el año 2014. Sin embargo, hasta el momento el caso está en Etapa de Pruebas por lo que los vecinos tendrán que presentar su caso nuevamente.
Actualmente, en el caso de la tenencia, el movimiento ha colocado tres amparos para detener el decreto y se pretende llegar a diez, “para nosotros la tenencia sigue siendo tenencia” afirman los integrantes del movimiento.
La tenencia de Santa María tendrá que enfrentar todos los obstáculos legales y los aumentos indiscriminados que se han realizado ante un Ayuntamiento que no ha respondido a sus reclamos y un presidente municipal con el que afirman no ha habido diálogo alguno.
Además en un tiempo límite, ya que el próximo año habrá cambio de gobierno y “si no nos apuramos a resolver esto, nos quedamos en el limbo” consideró Guadalupe Carrasco.