La Unidad de Inteligencia Financiera bloqueó las cuentas de Rosario Robles y Emilio Zebadúa. En el primer caso se procede al congelamiento dado que Robles al haber sido secretaria de Estado no cumplió con la calidad de garante de la ley.
También se le señala de desviar recursos públicos, generar empresas fantasma, contratación sin controles, lavado de dinero y corrupción política.
Emilio Zebadúa fue el oficial mayor de Robles en Sedesol y Sedatu. A él se le acusa de operar en ambas dependencias el presunto desvío de recursos millonarios a través de 11 dependencias del gobierno de Peña Nieto.
La semana pasada Santiago Nieto, titular de la UIF informó que ya habían sido bloqueadas las cuentas de seis ex funcionarios, que de acuerdo con la ASF podría ascender a 7 mil 670 millones de pesos en daño al erario.
Nieto también reveló que no se trataba sólo de Rosario Robles, sino de una red de servidores públicos y más de 50 empresas relacionas con el caso.
Robles de momento goza de una suspensión provisional que impide que le ejecuten una eventual orden de aprehensión, protección que no aplica si se trata de un delito con prisión preventiva oficiosa