A partir de este jueves 20 de febrero, la administración de Donald Trump cumplirá su promesa de designar a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas, según un comunicado emitido por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Esta medida incluye a algunos de los grupos más poderosos y peligrosos del crimen organizado en México.
En la lista negra de organizaciones terroristas extranjeras, que ahora incluye a grupos como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, los Cárteles Unidos, el Cártel del Noreste, el Cártel del Golfo y la nueva Familia Michoacana, los cárteles mexicanos serán tratados con el mismo rigor que grupos extremistas internacionales como Hamás y Hezbolá.
Esta designación implica sanciones mucho más severas, como la criminalización de todo apoyo material o de recursos a estas organizaciones. Además, se endurecen las penas a aquellos que faciliten el tráfico de armas o recursos hacia los cárteles, lo que podría debilitar considerablemente su estructura financiera.
Asimismo, los individuos vinculados a estas organizaciones sufrirán el congelamiento de sus cuentas bancarias, lo que imposibilitaría transacciones financieras y contribuiría a aislar a los cárteles del sistema financiero global.
