Derechos Humanos


Los olvidados del mundo: niños mexicanos desplazados por la violencia #Video

Pedro Cervantes / @thachiskin

El desplazamiento forzado de personas que buscan refugiarse en otros países a causa de la violencia es un fenómeno cada vez más frecuente en el mundo. México además de ser un lugar de tránsito se ha convertido en un país de desplazados.

En promedio unos 15 mil jóvenes mexicanos son detenidos por la Patrulla Fronteriza en Estados Unidos cada año. Se van huyendo de la violencia que se ha agudizado en México durante la última década y en búsqueda de una mejor calidad de vida.

Se estima que casi el 60 por ciento de estos, emigran a causa de la violencia. No obstante, a decir de la Agencia de la ONU para los Refugiados, sólo el  cinco por ciento tienen la oportunidad de exponer su caso ante un juez de migración estadounidense.

¿Qué significa exponer su caso ante un juez? Si un juez recibe a un joven que huye por la violencia de su país, este tiene la facultad para que el Estado pueda recibir al menor brindándole asilo político.

Sin embargo, esto no pasa con niños mexicanos que, por el contrario son deportados y recluidos en albergues en la frontera con Estados Unidos donde pueden pasar meses e incluso años. Nadie aboga por ellos, nadie los ve, ni los escucha.

En cambio, los menores originarios de otros países, en su mayoría son llevados a un centro de refugiados o a la casa de algún familiar en la espera de comparecer ante los juzgados norteamericanos para ser sometidos a un estudio de su caso.

Pero ¿Por qué los menores mexicanos no tienen este mismo trato? Esto se debe a que, según las leyes estadounidenses, como Canadá y México son países fronterizos y por consiguiente de alto flujo migratorio, los tratos son distintos.

Los protocolos para un menor que es detenido por la patrulla fronteriza, dicen que este debe ser sometido a un cuestionario para indagar la razón que lo movió a desplazarse a otro país.

En caso de los menores sean víctimas de trata, de que confirmen un temor creíble por el cual no pueden regresar y que estén dispuestos a regresar voluntariamente a su país, el niño se puede permanecer en el país vecino.

Pero, a decir de las estadísticas, esta encuesta no se aplica y en consecuencia los menores son deportados inmediatamente a la frontera en México, donde se vuelven susceptibles a convertirse en víctimas de trata y del tráfico de órganos.

A decir de los organismos internacionales que han observado este fenómeno, existe un tendencia respecto a los niños mexicanos y los menores que provienen de países de Centroamérica.

Mientras los mexicanos son deportados, los centroamericanos son recibidos en asilo político. Como si la situación de violencia, persecución y trata fuera diferente de la frontera del Río Usumacinta hacia arriba, que de lo que es hacia abajo.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha impulsado una acelerada política de deportaciones, incluso en contra de la opinión de los estadounidenses.

De acuerdo con un estudio reciente, más del 51 por ciento de los ciudadanos cree que los menores que viajan solos y fueron detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México, deberían poder permanecer en territorio estadounidense por un tiempo.

La cifra incluye a un 38 por ciento de quienes piensan que los menores deberían recibir refugio y ayuda para subsistir hasta que se considere que pueden retornar a casa de una forma segura.

Así como a un 13 por ciento que dijo que los niños deberían poder quedarse en Estados Unidos y a un 32 por ciento que está de acuerdo con la deportación inmediata.

8 septiembre, 2015
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